Aciturri, la empresa familiar convertida en un gigante de la aeronáutica
La historia de la empresa burgalesa Aciturri está ligada a la de su fundador, Ginés Clemente, que comenzó en 1977 en Miranda de Ebro con Talleres "Ginés" -germen de esta compañía familiar- que poco a poco se ha convertido en un gigante de la aeronáutica como ha demostrado al hacerse con la andaluza Alestis.
La compañía, con más de 1.500 trabajadores en plantas en Miranda de Ebro, Madrid, País Vasco, Andalucía y Portugal, es una apuesta personal de su consejero delegado que en 1984 comenzó acometer sus primeros proyectos del sector aeronáutico para dos años después entrar en el grupo Ares.
Ya en 1994 comenzó a fabricar también componentes para satélites.
Sin embargo, los años decisivos están en la última década, con un punto de inflexión cuando compró el 54 % del Grupo Ares y ya en 2010 al adquirir Aerosur, otra aeronáutica con sedes en Sevilla y Cádiz.
En 2015, el grupo familiar recuperó la totalidad del accionariado, tras un periodo en el que algo más del 48% estuvo en manos de entidades financieras, Madrigal participaciones y la Agencia de Desarrollo Económico de la Junta de Castilla y León.
En 2017 Aciturri facturó 303 millones, aunque en este momento se encuentra en pleno Plan Estratégico, con la previsión de llegar a los 400 millones de facturación en 2020.
Ginés Clemente es un empresario discreto que desde 2016 preside también la Fundación Caja de Burgos.
Ha recibido varios premios durante su trayectoria empresarial, como el de Mejor Ejecutivo del Sector Aeronáutico por El Economista (2012), Fae de Oro, Mejor Empresario de Castilla y León por Castilla y León Económica y Premio Innovación por Actualidad Económica.
Antes de presidir la Fundación Caja de Burgos había ocupado otros cargos, como presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, vicepresidente del Consejo Regional de Cámaras de Comercio de Castilla y León, presidente de la Comisión de Formación del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España y presidente de la Cámara de Comercio de Miranda de Ebro.
Se trata de un hombre inquieto cuyo último proyecto al margen de su propia empresa es “Polo positivo”, una aceleradora de proyectos industriales para Burgos en el que figura la Fundación Caja Burgos, aunque de la mano de su propia empresa, Aciturri, y junto a otras grandes industrias familiares, como Grupo Antolín, del sector de automoción; Gonvarri, del metal; y Pascual, del agroalimentario.