Fráncfort (Alemania), 4 abr (EFECOM).- El Banco Central Europeo (BCE) consideró en marzo que "ni la zona del euro, ni la economía global están en recesión y la probabilidad de una recesión sigue siendo relativamente baja" y, por ello, aplicó medidas menos agresivas.

Así se desprende de las actas de su última reunión de política monetaria a comienzos de marzo, publicadas hoy, en la que decidió posponer la subida de los tipos de interés hasta 2020 e inyectar más liquidez a largo plazo, dos años.

El informe revela que algunos miembros del Consejo de Gobierno preferían posponer la subida de los tipos de interés hasta finales del primer trimestre de 2020, en vez de hasta diciembre de 2019, para proporcionar una expansión monetaria "adicional" y porque estaría más en línea con las expectativas del mercado.

Otros miembros prefirieron prolongar la orientación sobre los tipos de interés hasta finales de 2019, porque se prevé un repunte de la economía en la segunda mitad del año.

Y por ello consideraron que era más apropiado actuar de forma gradual según cómo sean los datos económicos, debido a que "permanece una elevada incertidumbre".

Pese a que se discutieron medidas de relajación monetaria más agresivas, "después de todo, los miembros acordaron prolongar la orientación sobre los tipos de interés del Consejo de Gobierno hasta finales de 2019", añaden las actas.

El BCE presta a los bancos semanalmente al 0 % y les cobra un 0,4 % por el exceso de reservas.

La primera subida de los tipos de interés se producirá en la tasa de depósitos, que ahora es negativa y, por ello, el BCE cobra a los bancos por el exceso de liquidez.

El Consejo de Gobierno estuvo de acuerdo en que se debía asegurar que la liquidez de las nuevas operaciones "pasa a la economía real y se limita el uso de financiación para operaciones de 'carry trades' en bonos soberanos".

Las operaciones de "carry trade" consisten en financiarse a un bajo tipo de interés e invertir ese dinero en activos que dan más rentabilidad.

En otras operaciones de inyección de liquidez a largo plazo hace algunos años, los bancos utilizaron la financiación para comprar deuda soberana.

El BCE decidió en marzo posponer la subida de los tipos de interés hasta 2020 porque prevé un debilitamiento económico, en el primer semestre, que también evitará que repunte la inflación.

"Los datos y encuestas recientes han continuado siendo débiles, especialmente en el sector manufacturero, lo que refleja la ralentización de la demanda externa", según las actas.

Algunos miembros del Consejo de Gobierno mostraron su preocupación por el impacto que puede tener en el crecimiento el proteccionismo y una escalada de los conflictos comerciales.

En la discusión se mencionaron los riesgos por las tensiones comerciales entre Estados Unidos (EEUU) y China, entre la Unión Europea (UE) y EEUU, y por una salida desordenada del Reino Unido de la UE.

También se prestó atención al debilitamiento del crecimiento económico de China y la evolución de la economía estadounidense, que prevén se ralentizará por las medidas fiscales.

No obstante, el BCE pronostica un rebote de la economía en la segunda mitad del año si mejoran algunos factores de carácter temporal, como los problemas del sector del motor en Alemania, y se relajan los conflictos comerciales.

Algunos miembros del BCE mostraron preocupación sobre los efectos negativos que pueden tener con el tiempo unos tipos de interés constantemente bajos en los márgenes de intermediación y la rentabilidad de algunos bancos.

"Se destacó que las consecuencias de los bajos tipos de interés difieren en el espectro de vencimiento y en los bancos, dependiendo de sus modelos de negocio y la estructura de sus activos y obligaciones", apostillan las actas.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo la semana pasada que estudian aplicar medidas para mitigar los efectos colaterales de los tipos de interés negativos en la rentabilidad de los bancos.

Se ha especulado desde entonces que el BCE podría aplicar una tasa escalonada a los depósitos bancarios, por ejemplo reduciendo o eliminando el tipo de interés que cobra a determinada cantidad, lo que quitaría presión a los bancos con exceso de liquidez y repercutiría positivamente en sus beneficios.