Berlín, 4 abr (EFECOM).- La guerra comercial y el "brexit" van a hacer tropezar este año a la economía alemana, advirtieron este jueves en su informe conjunto los principales institutos del país, que tildan, sin embargo, de menor el riesgo de que la locomotora europea encadene varios trimestres de contracción.

Según sus cálculos, el producto interior bruto (PIB) alemán apenas avanzará un 0,8 % este año, la menor tasa en siete años, un cálculo que coincide con el pronostico de finales de marzo del consejo de asesores del Ejecutivo, los llamados "cinco sabios", y supone una rebaja de once décimas porcentuales sobre la estimación del pasado septiembre de los institutos.

"La economía se enfría, pero no se congela", resumió en la presentación del informe el economista del Instituto para la Economía Mundial de la Universidad de Kiel (IfW) Stefan Kooths.

Los expertos detallaron, de un lado, el mordisco que suponen las incertidumbres ligadas a la salida de Reino Unido de la UE y a la guerra comercial que ha iniciado EEUU contra China y Europa. De otro, describieron los problemas coyunturales que atraviesan sectores productivos clave de la economía alemana como el automovilístico y el químico.

"El largo repunte de los últimos años parece que se ha acabado con esto", aseguró Oliver Holtenmöller, del Instituto Leibniz para la Investigación Económica de Halle (IWH), que subrayó que el riesgo de que este frenazo se convierta en varios trimestres de recesión es "pequeño", siempre que "los riesgos políticos no se agudicen".

En este ámbito destaca el "brexit", indicaron los economistas, que cuentan pese a la actual incertidumbre, con que la salida de Reino Unido de la UE se lleve a cabo con un acuerdo, de forma ordenada, y que la relación futura sea cercana.

"Nuestro pronóstico para Alemania sería menos agradable que el actual" en el caso de un "brexit duro", agregó Holtenmöller, que reconoció que no pueden hacer estimaciones numéricas sobre las repercusiones de esta posibilidad ante la falta de referentes.

La situación interna es buena por la fortaleza del mercado laboral y el tirón del consumo, que beneficia especialmente a los servicios, pero se está viendo lastrada por los problemas de la industria del motor con los nuevos estándares europeos de emisiones y los efectos de la sequía en el sector químico (pues depende del transporte fluvial).

Pero los cinco principales centros de estudios económicos alemanes consideran que la ralentización es coyuntural y estiman que el PIB nacional crecerá un 1,8 % el año que viene, un 1,4 % eliminando los efectos de calendario, una tasa en línea con el crecimiento potencial del país. El Gobierno alemán, agregaron, no necesita tomar medidas contracíclicas.

Además, los expertos pusieron en duda que el Gobierno alemán pueda mantener a largo plazo el "déficit cero" al que se comprometió al incluir en la constitución el "freno de la deuda" por el progresivo aumento de las pensiones ligado al envejecimiento de la población. A menos que suba los impuestos.

"El déficit cero se puede quizá justificar a nivel político. Pero desde perspectiva económica no hay ninguna razón para mantenerlo. Hay estabilizadores automáticos (...) que llevan a que se registre superávit en la fase alcista del ciclo y déficit durante la bajista. Eso es lo que se recomendaría desde el punto de vista económico", argumentó.

Los institutos estiman que, pese al parón, el mercado laboral mantendrá su solidez, aunque se ralentiza la creación de empleo. Calculan que la tasa de paro se reducirá en este año y en el próximo al 4,8 y el 4,6 %, y la población activa continuará incrementándose, hasta los 45,3 y 45,5 millones de trabajadores.

Las cuentas públicas seguirán en rango positivo y el superávit del Estado alcanzará este ejercicio el equivalente al 1,2 % del PIB y, el próximo, el 1 %.

La balanza comercial alemana -objeto de críticas a Berlín por el fuerte desequilibrio en favor de las exportaciones- seguirá reduciéndose progresivamente, aunque a un ritmo moderado. Los institutos calculan que este año el superávit comercial se situará en el 6,5 % y en el 6,3 %, el que viene, alejándose del 8,4, el 8,0 y el 7,3 % registrados, respectivamente, en 2016, 2017 y 2018.