Lantania, nacida de Isolux, cerró su primer año de actividad con un beneficio antes de impuestos de 5,3 millones y unos ingresos de 58,5 millones de euros, el 46,2 % más que los 40 millones que tenía previstos en su primer año de actividad.
El grupo de infraestructuras, agua y energía, que nació formalmente en septiembre, alcanzó un ebitda de 7,7 millones de euros y una cartera de obra en curso superior a los 200 millones.
En este sentido, la compañía avanzó que se encuentra en la fase final de cierre de varias operaciones corporativas que espera anunciar en breve y que permitirán un incremento "importante de cartera", así como la entrada en nuevos sectores y mercados".
De hecho, la compañía sumó el pasado año siete nuevos proyectos a los que ya tenía en cartera como la construcción de la presa de Almudévar (Huesca), el puente sobre el río Genil en Huétor Tájar (Granada) o las obras del túnel del Corno (Orense).
Además, en virtud del Plan Estratégico de la empresa, el grupo prevé alcanzar una facturación de 145 millones en 2022, en el escenario más conservador, y de más de 200 millones en el marco más favorable.
De cara a 2019, la empresa se ha marcado como objetivo entrar en determinados clientes estratégicos, el inicio de la licitación internacional, la optimización de su estructura de deuda y situarse entre las 10 principales empresas de infraestructuras de España en tres años.
La compañía ha dedicado más del 90 % de la generación de tesorería a la amortización de deuda y ha reducido en un 33 % su endeudamiento, mientras que el patrimonio neto alcanza los 5,7 millones y los activos superan los 70 millones.
La empresa cuenta con una cartera de obra en curso superior a los 200 millones, integrada por un total de 33 proyectos.