Madrid, 12 abr (EFECOM).- Juan Sánchez-Calero ha asumido este viernes la presidencia de Endesa que Borja Prado ha dejado después de diez años al frente de la compañía en medio de una junta de accionistas teñida por las protestas de los trabajadores por el recorte de derechos del que acusan al principal accionista, el grupo italiano Enel.
Sánchez-Calero, abogado y catedrático de Derecho Mercantil, ha sido nombrado presidente por el consejo de administración tras una junta en la que se aprobó su elección como consejero y, en declaraciones a los medios de comunicación, ha manifestado que supone para él una gran satisfacción personal asumir el cargo de presidente de una compañía como Endesa.
Las intervenciones tanto de Borja Prado como del consejero delegado de Endesa, José Bogas, en la junta se han desarrollado entre abucheos de trabajadores y exempleados de la compañía que, en su calidad de accionistas, han tomado la palabra.
Representantes sindicales han recriminado a la dirección su falta de voluntad negociadora que ha hecho que el anterior convenio decayera el pasado 31 de diciembre y que ello haya llevado a que a los pasivos (pensionistas y viudos, viudas y huérfanos de empleados y exempleados) -más de 25.000 personas- que, como los empleados activos disfrutaban de un descuento en la tarifa de la luz, se les haya suspendido ese beneficio social.
Prado ha considerado un "fracaso de las partes" que se haya llegado a la actual situación y ha explicado que la voluntad de la compañía es seguir negociando un nuevo convenio y reformular el beneficio del descuento en la tarifa en la mesa de negociación para que sea acorde con los objetivos de eficiencia energética, reduciendo los límites máximos actuales sobre los que se aplica.
Coincidiendo con la jornada de huelga convocada para este viernes por los sindicatos con representación en Endesa, los empleados y exempleados que han intervenido en la junta han centrado sus críticas en los directivos y los miembros del consejo de administración.
Unas críticas que han apuntado especialmente contra el consejero de Enel y vicepresidente de Endesa, Francesco Starace, al acusar al grupo italiano, propietario de un 70 % de Endesa, de procurar sólo el beneficio de Enel a costa de Endesa, que destina desde hace unos años el 100 % de su beneficio a dividendo.
Durante la junta, el Viernes de Dolores previo a la Semana Santa, algunos de los intervinientes han calificado de "calvario" la situación que sufren los empleados y exempleados de Endesa tras hacerse Enel con el control de la compañía.
Prado ha expresado la voluntad de Endesa de llegar a un acuerdo en el convenio colectivo, para lo que se retomarán las negociaciones el próximo 24, y ha negado la falta de inversiones de Endesa, que es, "de lejos, la eléctrica que más invierte en España", al tiempo que ha asegurado que Enel es un socio que apoya y contribuye "a nuestra fortaleza y crecimiento", ha afirmado en su discurso.
Pese a la oferta de diálogo, varios de los representantes sindicales han recordado que seguirán luchando por evitar el recorte de derechos e, incluso, algunos jubilados han recordado que tienen mucho tiempo y que son muchos, y que llevarán su reivindicación a todas las instituciones del territorio y su protesta a todos los actos a que acudan directivos de la compañía.
Con motivo de la junta, cerca de un millar de trabajadores y jubilados de Endesa, muchos de ellos llegados en autobús desde diferentes puntos de España, se han concentrado a las puertas del hotel que ha acogido este año la reunión, en lugar de en su sede, como venía siendo habitual.
La próxima cita electoral en España ha sido motivo para que Prado pidiera a la clase política un esfuerzo para que España disponga cuanto antes de un gobierno estable, enfocado a apuntalar la recuperación.