Bahía de Bizkaia Gas (BBG), la planta de regasificación de gas natural licuado ubicada en el puerto de Bilbao, tuvo un beneficio después de impuestos de 12,1 millones de euros, lo que supone un 8 por ciento menos frente a los 13,2 del año anterior, según las cifras dadas a conocer este viernes por la empresa.

Así lo ha anunciado hoy uno de los dos propietarios, el Ente Vasco de la Energía, que tiene el 50 por ciento del capital; la otra mitad es de Enagás.

El EBITDA (beneficio antes de impuestos, depreciaciones y amortizaciones) fue de 37,7 millones, también inferior -un 6,3 %- a los 40,2 millones de euros del año anterior.

En cambio, la planta tuvo más actividad, ya que regasificó un total 31.539 gigawatios/hora (GWh) que, frente a los 29.265 GWh del año precedente, supone un incremento del 7,7 %.

La planta recibió el año pasado 36 buques, que movieron 4,91 millones de metros cúbicos de gas, lo que representó el 6,1% del tráfico del puerto de Bilbao.

Además de la regasificación, BBG efectuó la recarga de un buque para exportación de gas por una cantidad de 648 GWh y cargó un total de 828 GWh en cisternas de gas, lo que supone a su vez un incremento muy importante del 27,3% de esta actividad de carga de cisternas en el mismo periodo.

Los principales orígenes del gas que ha llegado fueron los ya tradicionales de Trinidad y Tobago, Perú, Nigeria, Noruega y Qatar, a los que se sumaron Estados Unidos y, especialmente, Rusia (Yamal).

Según esta empresa, contar con estos nuevos puntos de origen del gas supone una consolidación de la posición de BBG en los tráficos provenientes del norte de Europa.

Durante el pasado año, la demanda total de gas natural en toda España se mantuvo estable con respecto a la registrada en 2017, año en el que creció un 9 %.

La demanda convencional en 2018 creció un 4,5 %, motivada por la buena marcha del consumo industrial y de la positiva evolución de la demanda doméstico-comercial.

Pero la demanda de gas natural para la generación eléctrica descendió un 18,3 %, debido a una mayor generación hidráulica en comparación con 2017, que fue un año especialmente seco.