La empresa de material de oficina Adveo, en concurso de acreedores, ha anunciado la extinción de los contratos de la totalidad de la plantilla de Adveo España, Adveo Group Internacional, Adveo Global Services y Calipage España.
No obstante, estarán exentas aquellas personas que prestarán servicios transitorios hasta el cumplimiento de las condiciones de la enajenación a Sandton y el resto de hitos correspondientes dentro del procedimiento concursal, tal y como ha apuntado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En el marco del proceso de refinanciación y la solicitud voluntaria de declaración de concurso de acreedores, Adveo ha señalado que el juzgado mercantil encargado de tramitar el concurso ha aprobado los planes de regulación propuestos por la compañía para las plantillas de estas sociedades.
Adveo perdió 183,6 millones de euros en 2018, lo que supone multiplicar por cerca de ocho los números rojos registrados un año antes, por importe de 23,4 millones. Por su parte, la cifra de negocios cayó un 28% hasta los 343,5 millones de euros debido a la falta de disponibilidad de existencias o "stock", que afectó en especial a los negocios de Alemania, España e Italia.
El 13 de noviembre, Adveo acordó solicitar el concurso voluntario de acreedores ante los juzgados de lo mercantil de Madrid y se marcó como objetivo buscar un acuerdo que salvaguardase los derechos e intereses de trabajadores, acreedores y accionistas y garantizase la gestión de la empresa.
Posteriormente, a finales de diciembre, el juzgado declaró en concurso a Adveo, así como a las demás sociedades españolas y extranjeras del grupo que lo habían solicitado.
La compañía ya acordó previamente en octubre acogerse al preconcurso de acreedores una vez que las negociaciones entre las entidades tenedoras de su deuda financiera y Staples Solutions, filial de Cerberus, finalizaran sin acuerdo.
Adveo anunció a comienzos de septiembre que un inversor, que posteriormente desveló que se trataba de una filial de Cerberus, había lanzado una oferta de compra no vinculante a los bancos para comprarles su deuda financiera en la compañía con el propósito de capitalizarla, lo que avanzaba una significativa dilución para los accionistas.
Sin embargo, dada la falta de acuerdo y el proceso de reestructuración, el grupo Adveo decidió acogerse finalmente al concurso de acreedores.