Madrid, 17 abr (EFECOM).- El aeropuerto de Barajas registra este miércoles tranquilidad en el control de seguridad de viajeros en el sexto día de la huelga de vigilantes que coincide con la operación salida de Semana Santa, pero el sindicato ATES advierte de "una merma de seguridad" en el control de explosivos.
Están previstas en el aeropuerto madrileño 1.143 operaciones aéreas, entre despegues y aterrizajes, y se espera que pasen por sus instalaciones 203.235 pasajeros, entre los de salida y de llegada este miércoles, en el que muchos españoles están disfrutando de sus vacaciones de Semana Santa.
El tráfico total será de 12.455 movimientos, calcula AENA, lo que supondrá la salida y llegada de más de dos millones de personas en la Semana Santa.
La jornada está transcurriendo "sin incidencias destacables" y con la "normalidad" propia de las salidas de Semana Santa, en las que se han registrado a primera hora de la mañana "algunas colas" en el pase de controles pero no esperar tener incidencias durante la jornada, ha asegurado AENA.
Se han "quitado a vigilantes del control de trazas de explosivos para ponerlos en los arcos y en los puestos de radioscopia" y así aligerar el pase de los viajeros, pero esto supone una "reducción de seguridad" en el control de explosivos, ha declarado a
Los puestos de detección de trazas de explosivos son "críticos e imprescindibles", afirma el sindicato, y su reducción afecta "directamente a los pasajeros" ya que, "de hacer cientos y cientos" de pruebas explosivas, "se están haciendo poquísimas".
La movilización ha sido convocada por el Sindicato Autónomo de Trabajadores de Empresas de Seguridad de Madrid (ATES) por motivos económicos -entre ellos el pago de los pluses de aeropuertos, radioscopia y variables a toda la plantilla-, sociales y contractuales -como, por ejemplo, la modificación de todos los contratos de obra y servicio a indefinido-.