Madrid, 24 abr (EFECOM).- El presidente de Enagás, Antonio Llardén, no piensa que el traspaso de competencias regulatorias y tarifarias del Gobierno a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) pueda ser revertido por un nuevo Ejecutivo.
Llardén, durante la presentación a los analistas de los resultados de la compañía en el primer trimestre de 2019, ha indicado que, aunque Enagás no tiene una "bola de cristal", los pasos que se han ido dando para trasvasar competencias al regulador, algo que la CE reclamaba desde hacía años, es una decisión que no podrá ser revertida por Gobiernos posteriores al actual.
Respecto al calendario para la fijación del nuevo marco regulatorio para el sector gasista, que la CNMC tiene que elaborar, ha afirmado que tampoco prevén que un cambio de Ejecutivo incida en principio, pues ese calendario ya está lanzado.
Además, ha indicado que no ha visto durante este periodo electoral manifestaciones en contra de los principios generales del nuevo marco regulatorio, por lo que no esperan muchos cambios.
Ha añadido que, aunque un cambio de Gobierno siempre puede incidir en que salga un tema nuevo no contemplado en lo dado a conocer por la CNMC, los cambios regulatorios tienen ya una ruta y un calendario trazados, por lo que no piensan que los avatares políticos o las próximas elecciones europeas que se van a celebrar vayan a influir demasiado.
Llardén ha destacado que, por primera vez, hay un calendario establecido que la CNMC y el Ministerio para la Transición Ecológica están cumpliendo, y ha señalado que en pocas semanas el regulador publicará un primer borrador de las nuevas metodologías, al que los diferentes agentes podrán presentar alegaciones para que a lo largo del segundo semestre del año se aprueben esas metodologías.
Antonio Llardén ha afirmado que el nuevo sistema va a dar mayor seguridad y transparencia regulatoria en el medio plazo, ya que la CNMC no está sometida a los avatares políticos, y ha añadido que la regulación no se debería ver particularmente afectada por las circunstancias políticas, porque, con independencia del resultado electoral, las pautas ya están hechas.
También ha descartado que la evolución de la demanda pueda llevar al regulador a recortar la retribución al transporte de gas, pues el objetivo central de la regulación que está vigente hasta 2021 era eliminar el déficit de tarifa que comenzó a producirse entre 2010 y 2013 y ahora la demanda positiva de gas que hay y que está creciendo se está comiendo el déficit.