Panamá inaugura mañana su segunda línea de metro, una infraestructura con un trazado de algo más de veinte kilómetros en la capital del país centroamericano y en cuya construcción han participado la española FCC Construcciones y la brasileña Odebrecht.
Esta segunda línea del suburbano de Panamá, el primer país de Centroamérica que cuenta con esta infraestructura, recorrerá 21 kilómetros, de este a oeste la periferia de la capital y conectará con la línea uno, que viaja de norte a sur.
Se espera que a puesta en marcha de este servicio a partir de mañana aumente la productividad laboral y mejore la calidad de vida de casi medio millón de personas.
En la ejecución de esta obra las autoridades de Panamá han invertido 2.130 millones de dólares, 273 millones más de los originales 1.857 millones firmados en el primer contrato en 2015, y en ella han participado 6.000 trabajadores y más de 100 empresas subcontratistas.
Un portavoz de la constructora española indicó que, al igual que hicieron con la puesta en marcha de la línea uno del metro panameño, inaugurada en 2014, se ha buscado "combinar el desarrollo de esta infraestructura clave para el país y mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos".
Esta línea de metro "mejorará contundentemente la movilidad urbana" y aumentará "la calidad de vida" de al menos medio millón de personas que viven en ese sector este de la capital, dijo a Efecom el empresario y experto en logística Carlos Ernesto González.