Madrid, 25 abr (EFECOM).- El número de ocupados disminuyó en 93.400 personas durante el primer trimestre del año, hasta los 19.471.100 trabajadores, perdiendo así los 19,5 millones de empleos logrados en la segunda mitad de 2018 que no se alcanzaban desde 2006.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados aumentó 49.900 personas y se situó en los 3.354.200 parados, lo que elevó 25 centésimas la tasa de paro, hasta el 14,7 %.
La población activa disminuyó en 43.500 personas al cierre del primer trimestre, que este año no se ha beneficiado de los efectos de la Semana Santa al celebrarse íntegramente en abril, mientras que el año pasado sí tuvo un impacto en el empleo ya en el mes de marzo y, pese a ello, se perdieron 124.200 ocupados.
En términos interanuales, el empleo ha aumentado en 593.900 personas (3,16 % más), en tanto que el paro disminuyó en 441.900 personas (11,6 % menos).
La destrucción de empleo del primer trimestre se contabilizó en el sector servicios, con 109.200 ocupados menos, ya que la agricultura ganó 14.100 trabajadores y la construcción y la industria se mantuvieron sin cambios.
El empleo a tiempo completo disminuyó en 99.400 personas, mientras que el de tiempo parcial aumentó en 6.000 hasta los 2,9 millones -máximo de la serie histórica-, de forma que se incrementó una décima el porcentaje de personas que trabajan por debajo de la jornada habitual (al 14,9 %).
El número de autónomos creció en 1.600 personas, debido al aumento de las ayudas familiares y miembros de cooperativas, que compensaron el descenso de 9.300 empleadores.
Mientras, el número de asalariados se redujo en 95.800 personas, debido al descenso de los contratados temporales (185.800 personas), mientras que los indefinidos aumentaron en 89.900 hasta los 12,12 millones de personas -máximo de la serie histórica-, reduciéndose así casi un punto la tasa de temporalidad (al 25,88 %).
El empleo en el sector privado disminuyó en 96.100 personas, hasta los 16,26 millones de ocupados, y el empleo público aumentó en 2.600 personas, hasta 3,2 millones, marcando así la mayor cifra desde finales de 2011.
El empleo se incrementó entre los trabajadores de entre 30 y 34 años y en los mayores de 45 años, sobre todo entre los de más de 55 años, mientras que en el resto de esas edades la tónica general es de descenso de la ocupación.
Andalucía (15.900 trabajadores más), País Vasco (5.300) y Extremadura (5.100) son las regiones que registraron el mayor aumento del empleo en el primer trimestre del año, en tanto que los mayores descensos se dieron en Baleares (40.000 ocupados menos), Castilla y León (26.200) y Canarias (20.900).
Respecto al desempleo, el incremento se registró principalmente en los servicios (69.800 desempleados más), seguidos de la industria (8.600) y la construcción (2.500), en tanto que en la agricultura apenas registró cambios.
Por el contrario, se redujo entre los desempleados que buscan su primer empleo (en 8.800) y entre los que perdieron el suyo hace más de un año (22.800), hasta situar el número de parados de larga duración en los 1,3 millones de personas, mínimo en diez años.
En función del sexo, el aumento del paro se concentró en las mujeres (53.600 desempleadas más), mientras que en los hombres se redujo en 3.700, lo que dejó un mayor número de féminas desempleadas (213.300 más) con una tasa de desempleo (16,74 %) superior a la masculina (12,9 %).
Por edad, se observa un descenso del paro entre los mayores de 55 años (4.600 menos), mientras que aumenta entre el resto de edades y, principalmente, en los menores de 25 años (5.900); mientras que por nacionalidad, el incremento del desempleo se repartió entre 40.700 españoles y 9.200 extranjeros.
Por regiones, los mayores descensos del número de parados durante el primer trimestre se dieron en Comunidad Valenciana (6.800 menos), Murcia (6.300) y Navarra (6.300), mientras que los mayores incrementos se registraron en Baleares (38.100), Castilla y León (11.600) y Asturias (10.500).