Metrovacesa tiene previsto abonar el próximo 20 de mayo un dividendo total de 50 millones de euros, adelantándose así al calendario que se había marcado inicialmente y que contemplaba su reparto en 2020, gracias a la generación de caja y al bajo endeudamiento.
La compañía, que ha completado un año de cotización, se ha marcado como objetivo alcanzar una velocidad de crucero que le permita entregar alrededor de 4.000 viviendas a partir de 2021.
Durante su intervención en la junta de accionistas, el consejero delegado de la compañía, Jorge Pérez de Leza, ha tachado de "castigo inmerecido" la evolución de la acción de Metrovacesa, cuyo precio actual representa un descuento del 45 % sobre el valor que liquidan los activos.
La compañía, que cerró 2018 con unos ingresos de 201 millones -el 600% más- y un beneficio antes de impuestos de 0,4 millones, cuenta con una cartera de suelo valorada en 2.672 millones de euros que asegura la financiación de su plan de negocio hasta 2023.
En la segunda junta de accionistas tras regresar al parqué, Metrovacesa ha señalado su intención de convertirse en una firma líder en promoción residencial en España gracias a un crecimiento sólido, rentable y sostenible.
Asimismo, Pérez de Leza ha indicado que la compañía está avanzando en el plan de lanzamientos para cumplir con los objetivos de entregas definidos para los próximos ejercicios después de completar en 2018 el lanzamiento de cerca de 4.000 viviendas y entregar 520 unidades equivalentes a unos ingresos de 109,5 millones de euros.
Por otro lado, ha apuntado que el valor de los activos residenciales de la compañía ha aumentado un 6,2% y que las ventas de suelo durante 2018 alcanzaron los 64 millones, más del doble de lo previsto.
Metrovacesa, que tiene una caja neta de 41,1 millones de euros que espera seguir incrementando, ha incrementado en cinco puntos porcentuales su cartera de suelo finalista hasta acercarse al objetivo previsto para 2021 del 93%. El consejero delegado de la compañía ha señalado además que el ciclo residencial en España está en plena recuperación, pese a los desajustes entre la oferta y la demanda, y ha lamentado la tardanza de las licencias de obra.
Entre las operaciones más destacadas de 2018 ha destacado la venta de un complejo de oficinas en Madrid a Colonial por 30 millones o la "joint venture" con Tishman Speyer para desarrollar un complejo de oficinas en Las Tablas (Madrid), que permitirá a Metrovacesa desinvertir más de 56.000m2 a un valor de 94 millones.