Moscú, 29 abr (EFECOM).- La compañía rusa Samaratransneft-terminal negó hoy estar vinculada a la contaminación de petróleo en el oleoducto Druzhba que afectó los suministros de crudo ruso a varios países de Europa.
"Samaratransneft-terminal informa de que no tiene ni puede tener relación alguna con la fuente de contaminación de petróleo del oleoducto Druzhba", indicó en un comunicado el subdirector de la empresa, Antón Tomílov.
Según la nota, "la terminal mencionada en la declaración de Transneft fue vendida por la empresa en 2017 a la compañía Nefteperevalka".
"Dicha terminal no está ubicada en la fábrica. En la actualidad no existe ningún tipo de relación comercial entre Nefteperevalka y Samaratransneft-terminal", añade.
La compañía insistió en que la declaración del portavoz de Trasneft, Ígor Demin, el pasado viernes calificando la contaminación de deliberada y responsabilizando a Samaratransneft-terminal de ello "es inadecuada".
Por ello, "Samaratransneft-terminal tiene la intención de acudir a los tribunales", afirma la empresa, que pidió a Transneft rectificar sus declaraciones y dar el nombre del verdadero responsable de este hecho.
El sábado pasado el Ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, decretó la creación de una comisión para investigar la contaminación del petróleo transportado por el oleoducto Druzhba.
La comisión estará integrada por altos funcionarios de entidades federales rusas, incluidos los ministerios de Energía, y de Industria y Comercio; el Servicio Federal Antimonopolios, y la empresa Transneft, entre otras.
Anteriormente el Ministerio ruso de Energía había confirmado la contaminación del petróleo ruso con una alta concentración, de hasta 300 partes por millón, de cloruros orgánicos, utilizados para mejorar la producción del petróleo.
Estos componentes de aditivos y disolventes, en el caso de no ser eliminados, pueden convertirse durante el proceso de refinado en ácido clorhídrico o cloruro de amonio, y dañar las refinerías.
El operador ruso de oleoductos Transneft también reconoció que el país bombea "por problemas técnicos" crudo contaminado de los Urales.
Bielorrusia fue el primer país que detectó la presencia de crudo contaminado en el ramal norte del oleoducto Druzhba, y optó por cortar el flujo, decisión a la que el miércoles se sumaron Polonia y Alemania, y posteriormente Eslovaquia.
Transneft declaró que esta contaminación fue de carácter deliberado y se originó en un tramo perteneciente a la compañía privada Samaratransneft-terminal.