CaixaBank ha obtenido un beneficio de 533 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 24,3% menos que en el mismo período del año anterior, a causa de la ausencia de ingresos extraordinarios, como los vinculados a la venta de Repsol. Los resultados de la entidad provocan una caída del 2,7% en bolsa.
Si no se tiene en cuenta el impacto de estos extraordinarios, el resultado de la entidad bancaria crecería un 4,3%, según ha informado este martes CaixaBank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado del banco, que preside Jordi Gual, se apoya en el crecimiento de los ingresos core del negocio, que alcanzan los 2.027 millones (+0,9%), apoyados por un aumento del margen de intereses del 2,9%, hasta los 1.237 millones, y a pesar del descenso de las comisiones del 2,2%, hasta los 612 millones.
Los recursos de clientes crecen en 10.981 millones, hasta los 369.463 millones, un 3,1% más a cierre del primer trimestre, por la buena evolución de la actividad comercial y la recuperación de los mercados.
Los gastos de administración y amortización recurrentes crecen un 4,7% por mayores gastos por la aceleración del plan de transformación de la red --oficinas Store, InTouch--, un mayor gasto en tecnología y en nuevas iniciativas comerciales, y nuevos requerimientos normativos, además del registro de 7 millones correspondiente al IBI de inmuebles de uso propio.
En cuanto a la morosidad, la ratio del grupo se reduce hasta el 4,6% (-13 puntos básicos en el trimestre), mientras que los saldos dudosos descienden 212 millones tras la gestión activa de la morosidad, y se sitúan en 10.983 millones (-2.712 millones de euros en los doce últimos meses; la ratio de cobertura se mantiene estable en el trimestre en el 54%.
Las dotaciones y pérdidas por baja de activos se mantienen en niveles muy reducidos: 187 millones (-1,8%); la ratio Common Equity Tier 1 (CET1) del Grupo CaixaBank se sitúa a 31 de marzo de 2019 en el 11,6%.
BANCA DIGITAL
La entidad, cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, destaca que ha seguido reforzando su liderazgo comercial en banca de particulares y en banca digital, con una cuota de penetración en España del 29,3% y del 32%, respectivamente.
Según ha detallado, cuenta con una base de clientes digitales en España de 6,1 millones de los que 5,4 millones son también clientes de banca móvil.
A su vez, el banco incide en servicios de valor añadido, como el uso del reconocimiento facial en los cajeros, y de transformación, con 377 oficinas Store ya planificadas a cierre del trimestre y el despliegue de InTouch en todo el territorio.