París, 30 abr (EFECOM).- La política energética francesa se marcó este martes como objetivo la neutralidad en carbono en el horizonte de 2050, para lo cual se cerrarán en tres años las centrales de carbón y se tomarán otras medidas que disminuyan el consumo de hidrocarburos y fomenten las renovables.
Esa meta figura en el proyecto de ley sobre la Energía y el Clima presentado por el ministro de la Transición Ecológica, François de Rugy, que en una conferencia de prensa insistió en que las cuatro centrales de carbón que siguen funcionando en Francia desaparecerán de aquí a 2022.
Para que no puedan ser rentables, se fijará a partir de enero de ese año un techo de emisiones para todas las unidades de generación eléctrica que utilizan combustibles fósiles.
Rugy indicó que conseguir el objetivo de unas emisiones netas nulas de gases de efecto invernadero pasa por dividir por seis las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para mediados de siglo desde el nivel de referencia de 1990.
En la anterior ley de 2015 que su texto viene a modificar, se preveía dividir por cuatro esas emisiones.
Por lo que se refiere a electricidad de origen nuclear, que ahora supone en torno al 75 %, deberá disminuir al 50 % para 2035, en lugar de para 2025 que era el objetivo inicial, y que el anterior ministro del ramo, Nicolas Hulot, ya lo había abandonado a finales de 2017 por considerarlo inalcanzable.
Rugy lo justificó con el argumento de que "hay que operar esa transición progresivamente" y puso el acento en que el suyo será el primer Gobierno que cerrará una central atómica, la de Fessenheim, junto a la frontera alemana, en 2020.
Además, añadió que de aquí a 2035 dejarán de funcionar 14 de los reactores atómicos actualmente en servicio (de un total de 58).
El proyecto de ley aprobado en Consejo de Ministros crea un Alto Consejo para el Clima formado por científicos, economistas y otros expertos encargados de evaluar las medidas puestas en marcha en este tema.