El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado convencido de que los sindicatos acabarán aceptando un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé la salida de 2.157 trabajadores y ha insistido en que éste es necesario para el futuro del banco.

La dirección y los sindicatos de CaixaBank llevan ya casi cuatro meses de conversaciones sobre el ERE sin que hayan podido pactar las condiciones de la reestructuración de la plantilla del banco, pese a que la entidad aceptó renunciar a las salidas forzosas.

"Estamos convencidos de que llegaremos a un acuerdo con los sindicatos", ha dicho Gortázar en la presentación ante los medios de comunicación de los resultados del banco en el primer trimestre de 2019, en el que ha ganado 533 millones de euros.

El máximo ejecutivo de la entidad bancaria de origen catalán ha subrayado la necesidad de CaixaBank de "apostar por la eficiencia" y por la rentabilidad, lo que pasa por poner en marcha este plan de ajuste de la plantilla, que ha avanzado que tendrá "un coste relevante".

"No nos inventamos la negociación laboral. Es necesaria", ha insistido, tras recordar la apuesta del banco por la conversión de las oficinas tradicionales en oficinas 'store', mucho más amplias y que ofrecen servicios más especializados, y el despliegue del servicio remoto con gestor personal InTouch.