Barcelona, 30 abr (EFECOM).- Asociaciones hoteleras de todo el mundo han pedido a las administraciones que regulen y luchen contra los alojamientos turísticos ilegales, que suponen el 5 % en las ciudades, y han propuesto medidas para acabar con este "problema global", como un registro obligatorio y que paguen impuestos.
Durante dos días se ha celebrado en Barcelona el ReformBnB, un encuentro internacional del sector, en el que han participado más de 30 asociaciones hoteleras de todo el mundo, como las de Barcelona, Nueva York, París, Buenos Aires, Londres, Tokio, Western Australia y Ciudad de México, así como representantes de ayuntamientos y asociaciones de vecinos.
El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, ha destacado que el del alojamiento ilegal es un "problema global" y no de ciudades individuales, por lo que hay que "sumar esfuerzos" para exigir a las administraciones que tomen medidas para combatirlo.
Los hoteleros han elaborado un documento en el que recogen siete propuestas para las administraciones y en el que reclaman el establecimiento de un sistema de registro para que las autoridades conozcan las propiedades que están alquiladas, a quién y durante cuánto tiempo, y que estas tengan el mismo número de tasas e impuestos que se aplican a los hoteles.
Otras de las medidas propuestas pasan por establecer limitaciones a los pisos turísticos, garantizar la seguridad y la salubridad o que los vecinos y propietarios consientan el establecimiento de pisos turísticos en su edificio.
También han abogado por que las responsabilidades legales de las plataformas y anfitriones estén "definidas" para que puedan ser responsables frente a los clientes y que las autoridades locales puedan regular y motorizar la actuación de los responsables de estos establecimientos y poner multas a quienes no cumplan las normas.
Todas estas medidas permitirían tener un control más eficiente sobre estas actividades, según ha explicado el presidente de la Asociación Hotelera de Nueva York, Vijay Dandapani, ya que aproximadamente el 5 % del alojamiento en las zonas metropolitanas es irregular, aunque "hay mucho más" en todo el mundo, ha dicho.
Dandapani ha dicho que "es falso" que este tipo de alojamientos lleven turistas a otras zonas porque principalmente se instalan en sitios donde ya hay hoteles o en el centro de las ciudades, con lo que también repercuten en el precio de la vivienda.
Para mostrar el beneficio que para la sociedad tendría regular esta actividad, ha explicado que los hoteleros de la ciudad de Nueva York pagan unos 3.000 millones de dólares de impuestos, mientras que Airbnb en todo Estados Unidos paga 500.000 dólares.
Según los hoteleros, el alquiler turístico ilegal ha aumentado en la última década debido a una "deficiente" regulación del sector, lo que ha propiciado que plataformas de alquiler a corto plazo crezcan rápidamente, como Airbnb.
También han advertido del elevado "coste social" que supone para los ciudadanos, perjudicando la accesibilidad a la vivienda y propiciando la expulsión de los vecinos de los barrios más turísticos de la ciudad.
Los hoteleros quieren presentar estas propuestas a los gobiernos locales, regionales y estatales, así como a entidades como la Organización Mundial del Turismo, la OCDE o la Unión Europea.
El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, ha asegurado que este movimiento nació para que se visualice que el problema es "global", por lo que piden que no se regule solo desde las autoridades locales, sino estatales y supranacionales.
En Barcelona, se registran unos 9.670 pisos turísticos legales y el resto, unos 8.000, no están regulados.
La reunión celebrada esta semana en Barcelona coge el relevo a la cumbre impulsada por la Asociación Hotelera de Nueva York el pasado mes de noviembre.
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