El Banco BPI portugués, controlado por Caixabank, ganó 49,2 millones de euros en el primer trimestre, un 60 % menos que en el mismo periodo de 2018, debido a la ausencia de las plusvalías que el año pasado espolearon los beneficios hasta los 123,9 millones en los tres primeros meses.
En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), el banco detalló que el cambio se debe a que el año pasado se produjeron ingresos extraordinarios principalmente por la venta de la participación que el BPI mantenía en la sociedad Viacer, que controla la empresa del sector de bebidas Super Bock.
Superada esta etapa, en el primer trimestre de 2019 los beneficios ascienden a 49,2 millones, de los cuales 45,5 se deben a la operación en Portugal.
El producto bancario del grupo -equivalente a los ingresos- se situó en 174 millones de euros, ocho millones menos que el año anterior.
El margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- aumentó el 5,2 %, hasta 106,8 millones, y las comisiones cobradas bajaron 5,2 millones, hasta los 60,4 millones de euros.
En Portugal, los depósitos de clientes alcanzaron los 21.312 millones de euros, un 0,7 % más respecto al cierre de 2018.
En cuanto a la solvencia del banco, el "Common Equity Tier 1" se situó en el 13,5 % y la proporción de crédito en riesgo sobre el total concedido del banco fue del 3,3 %.
El Caixabank se hizo con el control del BPI en febrero de 2017 a través de una opa, que dejó el 84,5 % del capital en sus manos.