La estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), el mayor banco de Portugal, obtuvo un beneficio de 126,1 millones de euros en el primer trimestre, un 85 % más que en el mismo periodo de 2018, ayudada por la plusvalía de la venta de su antigua sede.
En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), la CGD explicó que la venta de su antigua sede en Lisboa tuvo un valor bruto de 50 millones de euros y un impacto positivo en los resultados de 36 millones.
Los costes regulatorios, que incluyen una contribución especial sobre el sector bancario, tuvieron un efecto negativo en 60 millones en los resultados.
Sin estos factores extraordinarios, el beneficio del banco habría ascendido a 149 millones.
El producto bancario, equivalente a los ingresos de la entidad, aumentó un 4,3 %, hasta 455,9 millones, a lo que contribuyeron los resultados de servicios y comisiones, que crecieron el 4,8 %, y la reducción del 5,3 % registrada por los costes de estructura.
Por su parte, el margen financiero -diferencia entre los intereses pagados por los depósitos y los cobrados por los créditos- bajó un 2,8 % en el total del grupo, hasta los 283,4 millones de euros, por la coyuntura de las tasas de interés y su impacto en la cartera de crédito y activos financieros.
El crédito en riesgo se redujo hasta el 7,8 % del total, frente al 11,5 % de un año antes, mientras la ratio de solvencia "CET 1 fully implemented" se situó en el 15 %, 1,4 puntos porcentuales por encima de marzo de 2018.
El número de trabajadores de CGD Portugal se situó al cierre de marzo en 7.197 empleados, 324 menos que un año antes, con un total de 520 sucursales (67 menos).
El banco fue sometido en 2017 a un proceso de recapitalización acordado entre el Gobierno portugués y la Comisión Europea, que reforzó el capital del banco en cerca de 5.000 millones de euros, a cambio de una reestructuración y de la venta de algunas filiales extranjeras.