Brasilia, 2 may (EFECOM).- La facturación de la industria brasileña cayó un 6,3 % en marzo pasado respecto a febrero, un período en que la producción cayó un 1,5 %, lo que demuestra que la crisis económica aún no se supera, según un informe difundido este jueves.
De acuerdo a las estadísticas de la Confederación Nacional de la Industria (CNI, patronal), uno de los principales factores para esos resultados es que la demanda permanece estable, pero en niveles "muy bajos" que se mantienen así desde hace casi un año.
"Desde la huelga de los camioneros", que en mayo pasado paralizó al país durante once días, el sector industrial aún "no ha tenido una secuencia de buenos resultados" y "sufre con la inestabilidad", dice el informe de la CNI.
El economista Marcelo Acevedo, uno de los responsables por la elaboración del estudio, indicó que, debido a la baja demanda, ha aumentado el nivel de mercancías almacenadas, lo que tiene un impacto directo en las finanzas de las industrias.
En opinión del economista, la única salida para esa situación es que "aumente la demanda", lo que es difícil en un escenario de alto desempleo como el que afecta a Brasil, donde cerca de 13,5 millones de trabajadores están en el paro.
La economía brasileña se desmoronó entre 2015 y 2016, un período en que el producto interno bruto (PIB) del país se contrajo en siete puntos porcentuales, y desde 2017 mantiene unas tasas de crecimiento en torno al 1, %, insuficientes para consolidar una recuperación.
Para este año, analistas de entidades financieras privadas consultados calculan que el crecimiento en 2019 será como máximo del 1,7 %, frente al 2,53 % que proyectaban en enero pasado.
Los mismos analistas calculan que la economía brasileña pudiera expandirse con más fuerza en 2020 y crecer en torno al 2,5 %, lo que a su juicio depende de la aprobación de una polémica reforma del sistema de jubilaciones propuesta por el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.