Madrid, 7 may (EFECOM).- El Banco de España ha pedido hoy a las entidades financieras que hagan un seguimiento "estrecho" de la evolución del crédito al consumo y al inmobiliario, con especial atención a los criterios de concesión.
En su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera, el supervisor dice que, aunque se observó una disminución significativa en el crédito al consumo en la segunda parte de 2018, continúa creciendo a tasas de dos dígitos, al igual que la morosidad.
Advierte de que seguirá de cerca estos segmentos, que "de momento" no suponen un riesgo para la estabilidad del sistema financiero español ni exigen adoptar medidas macroprudenciales, aunque sí requieren un aumento de la vigilancia en la concesión del crédito y el seguimiento a las entidades más dinámicas, según fuentes de la Dirección General de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España.
Explica que el aumento del crédito se debe no sólo a la mayor demanda de los consumidores sino también al deseo de entidades con menor cuota de mercado de ganar peso en este segmento.
Igualmente pide a las entidades que vigilen especialmente la concesión del crédito a los hogares con menores ingresos, porque representa un 16 % de la renta anual disponible, frente al 8 % en los de mayor renta.
También recomienda mantener la vigilancia en el mercado inmobiliario, porque, aunque no hay "relajación" en las condiciones de concesión de los préstamos nuevos, el ritmo de crecimiento es elevado.
De momento, los indicadores del mercado inmobiliario no evidencian "sobrevaloracion" ni "infravaloración", según estas fuentes, que destacan que el mayor dinamismo se concentra en las grandes ciudades y en áreas costeras, fenómeno que también se da en el alquiler, un mercado pujante en el que las rentas han mostrado incrementos significativos.
El Banco de España explica que el mercado del alquiler -donde la información no es tan rica como en el de vivienda en propiedad- puede proporcionar información relevante para la estabilidad financiera, porque incorpora indicadores adelantados de presiones de la demanda u oferta de servicios residenciales
La evolución del mercado de la vivienda está relacionada con el menor dinamismo de la oferta por una política crediticia "mas prudente" de los bancos, un elevado "stock" de viviendas sin vender y un crecimiento mas moderado de la formación de hogares.
El informe destaca que en conjunto los precios medios de la vivienda acumulan un incremento del 22 % en términos reales desde su nivel mínimo de principio de 2014 pero están un 31 % por debajo de los máximos del tercer trimestre de 2007.
A pesar del dinamismo del sector, en los últimos meses se registra una contracción del saldo vivo de crédito bancario en las actividades de promoción y construcción, continuando la tendencia de 2018, cuando cayó un 18,6 %, algo por encima de 2017.
Mientras, las nuevas hipotecas a los hogares aumentaron un 17,1 %, crecimiento que casi compensa la amortización de deuda pendiente, lo que lleva a que el saldo vivo esté prácticamente estabilizado, después de los retrocesos observados desde el inicio de la crisis.
Aunque las condiciones de acceso al crédito se han relajado en los últimos años, los requisitos hipotecarios son más estrictos que antes de 2008, lo que mejora la calidad de las ratios de endeudamiento en relación al valor del piso y a la renta del prestatario al tiempo que reduce el plazo de concesión de hipotecas.