Madrid, 8 may (EFECOM).- Las principales entidades financieras españolas han valorado hoy todo lo conseguido desde el inicio de la crisis pero también han dicho que son muy conscientes de los retos que siguen afrontando, entre ellos la digitalización, la mejora de la rentabilidad y eficiencia y la recuperación de su reputación.
En la primera jornada del XXVI Encuentro del Sector financiero, organizado por ABC, Deloitte y la Sociedad Española de Tasación, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha puesto sobre la mesa varias ideas que podrían ayudar, como las fusiones, aunque ha advertido de que las uniones transfronterizas chocan con barreras como el exceso de oficinas que tiene el sector.
También ha leído la cartilla a los directivos del sector, a los que ha encomendado que revisen sus estrategias para generar resultados recurrentes, que analicen sus puntos fuertes y las áreas en las que pueden mejorar y que apliquen políticas de fijación de precios "coherentes, exhaustivas y rigurosas", que se correspondan con el precio real de los servicios que ofrecen.
Asimismo, ha aconsejado a las entidades que adapten los dividendos que pagan a sus accionistas a los resultados reales que obtienen y a las necesidades de capital y no a las "expectativas" de éstos, que deben "defraudar" cuando sean "irracionales".
En este sentido, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, ha criticado que en EEUU se vea normal que las entidades repartan en dividendos un 100 % de sus beneficios ("pay out") teniendo menos exigencias de capital, mientras en España este porcentaje no supera el 40 %.
Otro de los temas más recurrentes de la jornada ha sido la digitalización y los riesgos de que su avance imparable, unido a la reciente reestructuración del sector que aún no ha terminado, pueda ser un factor de exclusión financiera.
Delgado ha calificado de "preocupante" esa última posibilidad, que a su juicio se evitaría o se mitigarían sus efectos con un mayor uso de la banca móvil, que tiene un "enorme potencial".
También el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha advertido de que la digitalización no debe "desbancarizar a nadie", en referencia al cierre de oficinas en las zonas rurales, y ha asegurado que la entidad no está abandonando estas poblaciones.
Asimismo, el "número dos" del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, ha advertido de que el mayor riesgo que afronta la banca en este escenario de digitalización es "volverse invisible", es decir, "perder la diferenciación y la relevancia" que le ha caracterizado hasta ahora y ofrecer lo mismo que los nuevos competidores.
Frente a esto, Sabadell contrapone el valor de su marca, el valor de su trayectoria y su deseo de establecer relaciones duraderas con sus clientes.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha presumido de que la entidad ha sabido sacar partido de las "distracciones" que ha provocado la reestructuración del sector financiero español y ha advertido de que aunque el sector es ahora más robusto, los retos del pasado "no han amainado de intensidad".
La banca sigue teniendo que hacer frente a la mejora de la rentabilidad y la solvencia, la fuerte regulación, los litigios judiciales, la recuperación de la reputación y la transformación digital, ha añadido Dancausa, para quien "es un milagro" que el sector registre resultados satisfactorios.
Respecto al proceso de transformación digital, el consejero delegado del Banco Santander ha puesto en valor la fuerte inversión que está haciendo el sector, aunque ha advertido que solo "estamos en el principio de la revolución".
Desde el Santander, el consejero delegado en España, Rami Aboukhair, ha dicho que pese a este proceso, la red bancaria seguirá teniendo "un peso relevante".
Rami también ha hecho referencia a la integración tecnológica de Popular, que se iniciará los próximos días en Madrid y en Castilla y León, y en julio, finalmente, en Andalucía.
En la jornada también ha intervenido el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, que ha anunciado que la entidad ha logrado en cinco trimestres generar un exceso de capital de 1.170 millones, de los 2.500 millones que debía generar antes de 2020 según el plan estratégico anunciado, aunque de esa cifra se han restado 265 millones por la nueva normativa de revisión de los modelos internos de riesgos, TRIMM por sus siglas en inglés.