Pekín, 8 may (EFECOM).- La desaceleración de las exportaciones chinas en abril, más pronunciada que lo previsto por los analistas, abre nuevos interrogantes en torno a la salud de su economía, mientras parece alejarse una solución para poner fin a su guerra arancelaria con Estados Unidos.
Los datos publicados este miércoles por la Administración General de Aduanas de China muestran que las exportaciones del gigante asiático aumentaron un 3,1 % interanual en abril, lo que supone una recia desaceleración con respecto al alza del 20,8 % registrada en marzo.
Por el contrario, las importaciones chinas de abril experimentaron un ascenso interanual del 10,3 %, en contraste con la abrupta caída del 2,1 % registrada en el tercer mes del año.
Estos datos no han sorprendido a analistas como Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics, quien considera "decepcionante" el dato de las exportaciones y que lo atribuye a los efectos de la guerra comercial y a una menor demanda a nivel global.
A esta caída hay que sumar el riesgo, advierte el economista, de que el presidente estadounidense, Donald Trump, cumpla su amenaza de imponer nuevos aranceles a China a partir de este viernes.
Evans-Pritchard, que toma como referencia los datos medidos en dólares y resta el impacto de los factores estacionales derivados del Año Nuevo Lunar, apunta a "un descenso de dos o tres puntos porcentuales" en caso de que Trump finalmente cumpla con su amenaza.
"E incluso si se llega a un acuerdo de última hora, las perspectivas negativas del crecimiento global implican un crecimiento más moderado de las exportaciones chinas en el futuro", señala el analista.
Trump amenazó el lunes con estos nuevos aranceles tras asegurar que las negociaciones para llegar a un acuerdo entre las dos grandes potencias seguían avanzando, pero que lo hacían "demasiado lento".
Sin embargo, la treta no impidió que el viceprimer ministro chino Liu He aceptara finalmente viajar a Washington para participar jueves y viernes en la undécima ronda de tratativas.
Por su parte, la consultora Oxford Economics espera que las tensiones comerciales entre las dos grandes potencias se rebajen por fin en esta tanda, y avisa que "lo contrario supondría un lastre para las dos economías, pero especialmente para la de China".
Con todo, las exportaciones de bienes del país asiático alcanzaron en abril los 1,3 billones de yuanes (191.984 millones de dólares), en tanto que las importaciones llegaron a un total de 1,21 billones de yuanes (178.692 millones de dólares).
Este último dato, el de las importaciones, es la buena noticia que deja la jornada, según Evans-Prtichard, porque "implica que las políticas de estímulo del Gobierno chino para apuntalar la demanda interna y acelerar la actividad económica han surtido efecto", tendencia que continuará en el futuro pero en menor grado, anticipa.
En suma, el volumen de comercio internacional chino aumentó en un 6,5 % interanual en abril hasta alcanzar los 2,51 billones de yuanes (370.839 millones de dólares, 330.970 millones de euros), según la mencionada administración de aduanas.
Mientras, en el acumulado durante el primer cuatrimestre, el comercio exterior total ascendió a 9,51 billones de dólares (1,4 billones de dólares, 1,2 millones de euros), un 4,3 % más que en el mismo periodo del año anterior.
Las exportaciones de bienes del país asiático se incrementaron un 5,7 % interanual en el periodo enero-abril, hasta los 5,06 billones de yuanes (747.260 millones de dólares o 667.236 millones de euros), en tanto que las importaciones crecieron un 2,9 %, hasta un total de 4,45 billones de yuanes (657.176 millones de dólares, 586.799 millones de euros).
Asimismo, China aumentó su superávit comercial en un 31,8 % en los primeros cuatro meses del año, en tasa interanual, hasta 618.170 millones de yuanes (91.290 millones de dólares, 81.484 millones de euros).
Sin embargo, si se observan únicamente los datos de abril, el superávit comercial chino se quedó en 93.570 millones de yuanes (1.381 millones de dólares o 1.223 millones de euros) en el cuarto mes del año, lo que supone una contracción del 43,8 % interanual.
Mientras tanto, el comercio con Estados Unidos sigue sintiendo los efectos de la disputa: en el periodo enero-abril, las importaciones cayeron un 26,8 % interanual, mientras que las exportaciones cedieron un 4,8 %, datos que tiran hacia abajo el total del comercio con el país americano en un 11,2 %.