Marc Arcas
San Francisco (EE.UU.), 7 may (EFECOM).- La empresa de alquiler de vehículos con conductor Lyft presentó hoy sus primeros resultados financieros como empresa cotizada tras su salida a bolsa hace poco más de un mes, unas cuentas que reflejaron pérdidas de 1.138 millones de dólares entre enero y marzo.
Esta cifra, casi cinco veces superior a los 234 millones en números rojos registrados en el mismo período del año pasado, debe matizarse por el hecho de que la salida de Lyft a los parqués, que tuvo lugar el 29 de marzo, vino acompañada de una partida extraordinaria de gastos.
Así, de los 1.138 millones perdidos en los tres primeros meses de 2019, 859 corresponden a compensaciones accionariales -algo específico de la salida al mercado de valores-, de manera que la empresa calculó sus pérdidas "ajustadas" en 211,5 millones, ligeramente por debajo de las pérdidas ajustadas de 234,3 millones del año pasado.
Por ello, más que en los resultados netos los analistas se centraron hoy en la interpretación de otras dos variables que consideraron más precisas para vislumbrar la marcha de la compañía: los ingresos y el número de usuarios.
En cuanto a los primeros, la firma de San Francisco (California) facturó entre enero y marzo 776 millones de dólares, casi el doble de los 397 millones de dólares ingresados en los tres primeros meses de 2018, lo que supone un claro contraste respecto al empeoramientos de los resultados netos, ya que señala un incremento sustancial de los gastos.
En relación a la cifra de usuarios, Lyft, que restringe sus operaciones a Estados Unidos y Canadá, ha ganado un 46 % de pasajeros durante el último año hasta situarse en los 20,5 millones de usuarios activos, a la vez que ha incrementado el ingreso medio por pasajero un 34 %: de los 28,27 dólares a los 37,86.
Parte del crecimiento de los gastos (al margen de los vinculados a la salida a bolsa) se explica precisamente por la agresiva guerra de precios mediante grandes descuentos que Lyft ha mantenido con Uber en los últimos meses.
Uber, gran dominadora del sector con una cuota de mercado en EE.UU. del 69 %, lleva semanas ofreciendo a sus usuarios descuentos de alrededor de un 30 % en trayectos, mientras que Lyft, con una cuota de mercado del 28 %, los ofrece del 25 %.
Estos descuentos tan agresivos tienen carácter temporal y responden directamente al objetivo de ambas compañías de ganar cuota de mercado en las semanas previas e inmediatamente posteriores a su entrada en los mercados de valores.
Las empresas quieren mostrar ante sus potenciales accionistas que tienen una base sólida de millones de usuarios sobre la que operar, pese a que las dos firmas siguen perdiendo dinero y una rebaja tan significativa de precios no les ayudará a convertir en ganancias los números rojos.
Entre enero y marzo de este año, los inversores de Lyft perdieron 48,53 dólares por acción, frente a los 11,69 del mismo período de 2018, aunque si se toman en cuenta las pérdidas ajustadas para eliminar el efecto de la salida a la bolsa, estas bajarían hasta los 9,02 dólares.
"El primer trimestre fue un comienzo fuerte de un año importante, nuestro primero en bolsa. El transporte es uno de los mayores segmentos de nuestra economía y seguimos en una fase muy primeriza del enorme cambio que supondrá pasar del coche como propiedad al transporte como servicio", indicó el consejero delegado de la empresa, Logan Green.
Desde su debut en el mercado de valores de Nueva York a finales de marzo, la cotización de Lyft ha tenido un comportamiento irregular con subidas y bajadas pronunciadas.
El gran rival de Lyft y auténtico dominador del transporte bajo demanda a nivel mundial, Uber, saldrá este viernes a la bolsa de Nueva York con una operación en la que pretende valorarse en 100.000 millones de dólares.