El grupo siderúrgico ArcelorMittal, el mayor productor de acero del mundo, obtuvo en el primer trimestre de 2019 un beneficio neto de 414 millones de dólares (370 millones de euros), un 65 % menos que en el mismo periodo de 2018, por la debilidad económica y el exceso de capacidad de producción.
La empresa, que publicó hoy sus resultados del primer trimestre, revisó además a la baja su previsión sobre la demanda de acero en el mundo, con excepción de China, en un entorno "difícil" para la industria en los últimos meses.
Entre enero y marzo del año pasado, el grupo había registrado un beneficio neto de 1.192 millones de dólares (1.064 millones de euros).
El consejero delegado del grupo, Lakshmi Mittal, indicó en un comunicado que "la rentabilidad se ha visto impactada por los precios más bajos del acero debido a la actividad económica más débil y el continuado exceso de capacidad a nivel mundial, así como por el aumento de los costes de las materias primas".
La empresa, explicó, continúa afrontando el reto de los altos niveles de importación de acero hacia Europea, dónde consideró que las medidas introducidas por la Comisión Europea para evitar el incremento abrupto de las importaciones a raíz de los aranceles impuestos por Estados Unidos "no han sido totalmente efectivas".
Mittall recordó que, en este contexto, el grupo ha decidido reducir su producción anual de acero en Europa en tres millones de toneladas para "adaptarse al actual entorno de mercado".
En el caso de España esto se traducirá en una reducción de 700.000 toneladas en la producción en sus plantas de Asturias, dónde en 2018 se produjeron 4,2 millones de toneladas, mientras que en Polonia e Italia el recorte será de 1,5 millones y un millón de toneladas, respectivamente.
"Es importante que haya igualdad de condiciones para atajar la competencia desleal, y esto incluye un ajuste en la frontera para asegurar que las importaciones hacia Europa afrontan los mismos precios del carbono que los productores en Europa", dijo el consejero delegado del grupo.
Por otra parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) entre enero y marzo fue de 1.652 millones de dólares (1.475 millones de euros), un 34,2 % inferior al registrado en el mismo periodo de 2018 y un 15,3 % menor que en el trimestre precedente.
La facturación ascendió a 19.200 millones de dólares (17.143 millones de euros), el mismo nivel que en los tres primeros meses de 2018,debido a que el impacto de los menores precios por la venta de acero (-3,1 %) se vio compensado por un aumento de las mismas y por el incremento de más del 10 % en el precio del mineral de hierro.
Las expediciones de acero crecieron un 2,2 % en comparación con el primer trimestre de 2018, hasta 21,8 millones de toneladas, sobre todo por el incremento en Europa (8 %).
La deuda neta del grupo ascendió a 11.200 millones de dólares (1.015 millones de euros) hasta el 31 de marzo.
La empresa, que ha hecho de la reducción de la deuda una "prioridad", prevé ahora llevarla este año por debajo de 7.000 millones de dólares (6.252 millones de euros), frente a los 6.000 millones de dólares ( 5.359 millones de euros) que había fijado como objetivo anteriormente.
De cara al resto del año, ArcelorMittal espera que la demanda de acero en el mundo, con la excepción de China, crezca entre un 1 % y un 2 %, por debajo del aumento de entre el 2 % y 3 % que calculaba antes.
El grupo ha empeorado las proyecciones para Europa, su mercado clave, dónde espera que el consumo se contraiga un 1 % (frente al aumento de hasta el 1 % que esperaba anteriormente) debido a la débil actividad manufacturera y el descenso de la producción automovilística.
Por el contrario, ha mejorado sus expectativas con respecto a China, dónde estima que la demanda aumente hasta un 1 % (frente a la contracción de entre el 0,5 % y 1,5 % que preveía anteriormente) debido a los estímulos económicos y a la demanda inmobiliaria.