Madrid, 9 may (EFECOM).- La gran banca española cobró en comisiones 2.257 millones de euros por su actividad en España, según desvelan los resultados del sector correspondientes al primer trimestre del año, lo que supone una disminución del 1,8 % respecto al mismo periodo de 2018.
La consultora Neovantas ha publicado este jueves un informe en el que ha recopilado los resultados de la gran banca española correspondientes al primer trimestre del año, que refleja únicamente la actividad bancaria en España.
Según detalla el informe, el beneficio neto agregado de las entidades se redujo el 11,3 % entre enero y marzo, hasta los 1.836 millones de euros (actividad bancaria en España).
Un dato "que marca un comienzo de año donde la banca se va a tener que enfrentar a nuevos desafíos para conseguir la generación de resultados superiores a periodos anteriores", dice el informe.
Los bancos que registraron más contracción de sus cuentas a nivel nacional fueron BBVA España (un 14,7 % inferior) y Sabadell España (un 12 % menos), mientras que en el caso de Bankinter se elevó el 1,4 %.
El informe también detalla que los ingresos recurrentes (margen de intereses más comisiones netas), es decir, los ingresos puramente bancarios, se han reducido el 1,2 %, con lo que han roto una racha de más de dos años de crecimiento.
Para el presidente de Neovantas, José Luis Cortina, este hecho pone de manifiesto que, junto con el entorno actual de tipos de interés al 0 %, y la perspectiva de mantenerlos similares al menos hasta entrado 2020, además de la reducción crediticia, llevará a la banca a tomar medidas estratégicas adicionales.
Según el estudio, la pérdida de ingresos recurrentes en este primer trimestre proveniente sobre todo, de los ingresos por comisiones, lo que pone de manifiesto que "las políticas en marcha en este capitulo no son suficientes para seguir generando ingresos que ayuden a mejorar la cuenta de resultados de los principales bancos nacionales".
Pese a ello, el informe destaca la reducción que la banca ha registrado en el coste del riesgo, debido fundamentalmente, al esfuerzo realizado por las entidades para sanear y eliminar de sus balances los activos improductivos.