Madrid, 10 may (EFECOM).- Enérgya Villar Mir, que gestiona el parque eólico que marcó el precio máximo en el mercado secundario eléctrico el pasado martes, ha explicado que no vendió energía a ese precio de 9.999 euros/megavatio hora (MWh)-, del que sí se beneficiarán las centrales que finalmente aportaron la energía secundaria.
Según Enérgya Villar Mir, la energía de balance del sistema eléctrico se liquida a 10.000 euros/MWh, a pesar de no asignarse ninguna operación a ese precio.
El pasado martes 7 de mayo, entre las 20 y 21 horas, coincidieron en la operación del sistema eléctrico una serie de factores adversos que produjeron un incremento del coste de los servicios de ajuste del sistema, aquellos destinados a ajustar la generación y la demanda en tiempo real del sistema eléctrico cuando se producen desviaciones sobre la energía programada para el día y entre los que se encuentra el mercado de regulación secundario.
Ese día falló un ciclo combinado de gas, hubo un desvío de producción eólica respecto a lo previsto y se adelantó la entrada de la punta de consumo nocturna, todo ello por un valor total de unos 3.000 megavatios, lo que obligó a utilizar la práctica totalidad de la reserva de potencia rápida del sistema.
Todo ello condujo a que el precio de uno de los servicios de ajuste -el de regulación secundaria, que utiliza como referencia el precio de las ofertas de regulación terciaria no utilizadas-, alcanzase un precio teórico máximo de oferta de 9.999 euros/MWh.
El precio de los servicios de ajuste se fijan mediante mecanismos de mercado, es decir en subastas, pero la energía de las centrales designadas al sistema siguiendo las órdenes del operador, Red Eléctrica de España (REE), se liquida a un precio que no obedece a ninguna oferta específica, sino que es un precio regulado, no de subasta, según ha explicado Enérgya Villar Mir.
Ese precio regulado toma como referencia los precios de las ofertas no utilizados para otro mecanismo de ajuste, el de energía de regulación terciaria, que también gestiona REE.
Un procedimiento que deberá modificarse en breve para seguir las directrices de la Comisión Europea y transformarse en subasta, ha indicado Enérgya Villar Mir.
Esta compañía tenía el pasado martes una oferta de terciaria de carácter instrumental y, por tanto, próxima al precio máximo que establece REE para los servicios de ajuste, que estaba puesta porque el procedimiento de regulación terciaria obliga a presentar ofertas, pero la compañía no vendió energía ni en regulación secundaria ni en terciaria a ese precio de 9.999 euros/MWh.
Este tipo de ofertas son de volúmenes de energía ínfimos (0,2 MW en el caso de la que hizo Enérgya Villar Mir) con precios desorbitados que no buscan ser asignadas, sino que se hacen por motivos operativos del sistema.
Según la compañía, de hecho ninguna de ellas fue asignada por REE en el mecanismo de regulación terciaria en el que se presentaron, en el que otras dos compañías ofertaron 1 MW a 9.635 euros/MWh y 9.650 euros/MWh.
Estos precios instrumentales no afectan generalmente a los consumidores, pero sí a los desvíos.
Mientras las centrales que finalmente aportaron la energía de regulación secundaria van a tener un sobrerremuneración, el resto van a pagar un coste elevado por sus desvíos, según Enérgya Villar Mir, que se ha quejado de que se haya incumplido la normativa sobre confidencialidad del mercado.