La aerolínea brasileña Azul informó este lunes de que solicitó autorización a la Justicia para volver a la disputa para adquirir, por un valor mínimo de 145 millones de dólares, alguno de los activos de Avianca Brasil, que se declaró en bancarrota en diciembre pasado.
Según informó Azul en un comunicado al mercado, la aerolínea solicitó ante la Justicia brasileña, "una autorización" para la "realización de un proceso competitivo con miras a la transferencia judicial de una nueva Unidad Productiva Independiente (UPI)", tal como estipula la Ley de Quiebras y Recuperación Judicial del país.
La petición, dice el comunicado, "confiere a Avianca Brasil, sus empleados, consumidores, acreedores y demás interesados" una "alternativa legal y legítima" que posibilita "la monetización, el uso continuado de bienes y la preservación de sus actividades".
Azul, la tercera mayor compañía aérea del país, aclaró que el pedido "no invalida" la realización de la subasta de los activos de Avianca Brasil, prevista para el pasado 7 de mayo pero suspendida después de que un tribunal de Sao Paulo aceptara un recurso interpuesto por Swissport Brasil, una de las acreedoras de la aerolínea fallida.
"A juicio de Azul, la transferencia judicial de la nueva UPI ofrece una alternativa viable y verdaderamente implementable, especialmente desde el punto de vista operacional, regulador y de la competencia", subrayó la compañía.
Aunque no dio mayores detalles sobre su oferta, Azul apuntó que la nueva UPI consiste en "un cierto número de pares de slots", como se conoce a los derechos de despegar y aterrizar en aeropuertos congestionados, que incluyen vuelos entre Sao Paulo y Río de Janeiro, los más codiciados por las compañías aéreas en Brasil.
"Además, ofrece también una real alternativa para aumentar la competitividad en los vuelos entre Río y Sao Paulo", agregó.
La petición será analizada por el Primer Circuito de Quiebras y Recuperación Judicial de Sao Paulo, que deberá dar su visto bueno para que la propuesta sea formalizada.
El pasado marzo, Azul había firmado un acuerdo de intención por 105 millones de dólares para adquirir parte de los activos de Avianca Brasil, pero retiró su oferta después de que las aerolíneas Gol y Latam entraran en la disputa, al considerar que ambas actuaron de manera "inapropiada".
Avianca Brasil, la cuarta mayor compañía aérea del país, se acogió en diciembre pasado a la ley de quiebras para garantizar la continuidad de sus operaciones y la sustentabilidad de su negocio, así como para reestructurar una elevada deuda que le acarreó varias demandas en los tribunales.
La aerolínea, antiguamente llamada OceanAir y que opera en forma regular desde 2002, ya canceló más de 2.000 vuelos desde que inició su proceso de recuperación judicial.