Sao Paulo, 14 may (EFECOM).- El Banco Central (BC) de Brasil señaló una interrupción del crecimiento de la mayor economía suramericana en el primer trimestre del año, aunque confía en la recuperación a corto plazo, según divulgó este martes el ente emisor.
El acta de la última reunión del Comité de Política Monetaria (Copom), que el último miércoles mantuvo los tipos de interés en el 6,5 %, apuntó que los indicadores analizados sugieren una "probabilidad relevante" de desaceleración de la economía brasileña en el período comprendido entre enero y marzo.
Según el acta del Copom, "el proceso de recuperación gradual de la actividad económica sufrió una interrupción en el período reciente, pero el escenario básico contempla su restablecimiento más adelante".
El Copom tuvo en cuenta la "revisión substantiva", a la baja, de las previsiones para el crecimiento económico dadas por los analistas consultados cada semana por el BC.
El último boletín Focus, un documento divulgado semanalmente por el Banco Central brasileño y que recoge la opinión de más de un centenar de instituciones financieras del país, que se dio a conocer ayer, redujo la expectativa de crecimiento del producto interior bruto (PIB) brasileño en 2019 del 1,49 %, al 1,45 %.
"Estas revisiones reflejan un primer trimestre por debajo de lo esperado, con implicaciones en la 'carga estadística', pero también dan señales de alguna reducción del ritmo de crecimiento para los próximos trimestres", destacó el Copom.
El emisor mantiene su posición sobre las reformas del actual ejecutivo, y ya en marzo señaló que la economía del país solo superaría la grave recesión del 2015 y 2016 tras la aprobación por parte del Congreso de las reformas estructurales propuestas por el Ejecutivo, principalmente la reforma jubilaciones y pensiones.
El sector financiero considera vital esta reforma para sanear las cuentas públicas brasileñas, que acumulan cinco años de déficit consecutivo y una deuda récord.
La autoridad monetaria mantiene desde comienzos del año pasado los tipos en su menor nivel desde 1996 en un intento de que, con la reducción del costo del dinero y la ampliación del crédito a empresas y consumidores, en una inflación controlada, la economía brasileña finalmente reaccione.