Las mayores operadoras móviles europeas confían en que la UE fije pronto sus estándares de seguridad en redes móviles y por el momento descartan vetar totalmente a Huawei, tal y como acaba de hacer EEUU, o a cualquier otro proveedor chino de infraestructuras de telecomunicaciones.
Vodafone, el mayor operador europeo y uno de los principales en España, tiene claro que va a seguir trabajando con Huawei -uno de los tres proveedores más relevantes de equipos de red, junto a Ericsson y Nokia- en la parte de radio de su red, a la espera de que sea la propia UE la que fije criterios claros en materia de seguridad, según ha informado a
En términos generales, la red 5G de telefonía móvil en Europa se está desplegando sobre el núcleo de la red 4G ya existente (sobre la parte "core", donde se almacenan los datos) y adaptando únicamente la parte de radio, encargada más de las transmisiones.
La mayor parte de los equipos de Huawei que se están utilizando para las redes móviles en Europa se encuentran en la parte radio y muy pocos en el "core".
Ello explica que Vodafone decidiera a comienzos de año, en un ejercicio de "prudencia", detener la instalación de equipos de Huawei en el núcleo, que es una parte mínima, y continuar en la de radio, a la espera de un pronunciamiento único por parte de Europa, que ha pedido a los países miembros sus sugerencias para junio, por lo que su pronunciamiento no se prevé para antes de octubre.
El martes pasado la operadora anunció que adelantará a este verano el lanzamiento comercial de la telefonía móvil 5G y el presidente y consejero delegado de Vodafone España, António Coimbra, reiteró que la compañía seguirá trabajando con la firma china a la espera de un posicionamiento europeo.
Ya en febrero, el consejero delegado del grupo británico, Nick Read, declaró que "la diversidad de fabricantes es clave para asegurar la resiliencia de las redes", aunque "la realidad hoy es que la industria está concentrada en unos pocos" fabricantes, entre ellos Huawei, que, según sus datos, cuenta con una cuota de mercado en el sector del 35 % en Europa.
Por su parte, la francesa Orange, la segunda mayor de Europa, también está alineada con la posición de la poderosa GSMA, que integra operadores, fabricantes y otras firmas de telecomunicaciones de todo el mundo y que el pasado febrero ya pidió a las autoridades europeas que protegieran "la seguridad de la red y la competencia en el suministro de infraestructuras de telecomunicaciones”.
Así, Orange, que sigue trabajando con normalidad con Huawei, se suma a la recomendación de la GSMA de que los gobiernos y operadores móviles consensúen las pruebas de seguridad y el régimen de certificación que se aplicará en Europa, para garantizar la seguridad de la red y la competencia.
Telefónica, la mayor operadora española y que también trabaja con Huawei, suscribe igualmente el reclamo de la GSMA e incide en que la operadora se toma "muy en serio la seguridad y la protección de los elementos de su red, tanto de hardware como de software", han indicado a EFE desde la operadora.