Madrid, 16 may (EFECOM).- Las operadoras de móviles europeas mantienen cautela ante el rifirrafe entre EEUU y China a raíz del decreto de Donald Trump que impedirá a las empresas estadounidenses usar tecnología de proveedores como Huawei, lo que en la práctica viene a agudizar la batalla por el control de las redes 5G.
Este nuevo capítulo en la guerra de acusaciones y reproches entre EEUU y China se ha desatado después de que anoche el presidente estadounidense promulgara un decreto que en la práctica supone el veto al proveedor chino de infraestructuras para redes móviles Huawei, al que no cita expresamente, y que puede afectar a más compañías del gigante asiático.
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró este miércoles una emergencia nacional para prohibir a las compañías de su país usar equipos de telecomunicaciones fabricados por empresas que supuestamente intentan espiar a EE.UU., lo que podría restringir los negocios con firmas chinas como Huawei.
Las mayores operadoras móviles se mantienen en Europa al margen de la polémica y descartan vetar a Huawei, o a cualquier otro proveedor chino, a la espera de que la Comisión Europea (CE) se pronuncie y fije sus estándares de seguridad en redes móviles, lo que ocurrirá previsiblemente a finales de año.
En este contexto, Vodafone, el mayor operador europeo y uno de los principales en España, tiene claro que va a seguir trabajando con Huawei -uno de los tres proveedores más relevantes de equipos de red, junto a Ericsson y Nokia- en la parte de radio de su red, a la espera de que la CE fije unos criterios claros en ciberseguridad.
No obstante, en un ejercicio de "prudencia", Vodafone ha dejado de incluir equipos de Huawei en la parte central de las redes móviles que está desplegando, donde se almacenan los datos y que básicamente son de redes de 4G que siguen ampliándose, aunque en esta parte de la infraestructura la presencia del fabricante chino es mínima.
La segunda mayor operadora de Europa, Orange, está también alineada con la posición de la poderosa GSMA, que integra operadores, fabricantes y otras firmas de telecomunicaciones de todo el mundo y que el pasado febrero ya pidió a las autoridades europeas que protegieran "la seguridad de la red y la competencia en el suministro de infraestructuras de telecomunicaciones".
Telefónica, la mayor operadora española y que trabaja también con Huawei, suscribe igualmente el reclamo de la GSMA e incide en que la operadora se toma "muy en serio la seguridad y la protección de los elementos de su red, tanto de hardware como de software", han indicado a
Las reacciones a raíz de la decisión de Trump no se han hecho esperar, entre ellas la del propio gobierno chino, que en boca del portavoz del Ministerio de Exteriores chino Lu Kangque, ha urgido a EEUU a poner fin a sus prácticas contra empresas extranjeras y ha advertido de que su país "tomará las medidas que hagan falta para proteger los legítimos derechos e intereses de las empresas chinas".
Huawei, empresa que apenas tiene tecnología desplegada en EE.UU, ha afirmado que la decisión de Trump solo "perjudicará los intereses" de las empresas y consumidores estadounidenses, al tiempo que dejará al país "rezagado" en el despliegue del 5G.
Entre las empresas que podrían verse afectadas por el decreto de Trump, figura también la china ZTE, compañía que en 2017 tuvo que afrontar una multa de EEUU tras admitir que había enviado equipamiento a Irán y Corea del Norte y que en esta ocasión ha declarado a EFE que prefiere no pronunciarse oficialmente sobre este decreto.
Mientras, en España, el Gobierno se alinea con la Comisión Europea y considera que lo "más razonable" para el despliegue del 5G es "un marco común europeo de certificación de seguridad", lo cual ayudaría "a despejar cualquier duda específica" relativa a los diferentes fabricantes del sector, han afirmado a EFE desde la Secretaría de Estado para el Avance Digital.
En España, recientemente, el Ministerio de Economía ha resuelto la primera convocatoria de ayudas a proyectos piloto de tecnologías 5G, que tienen un presupuesto de 36 millones de euros y que han ido a parar a dos iniciativas, una de ellas liderada por una UTE entre Vodafone y Huawei, con una duración de 30 meses y un presupuesto superior a 25 millones de euros.
Esta UTE, que pretende desarrollar este proyecto piloto en Andalucía, ha pedido una ayuda de más de 6 millones de euros en un procedimiento jurídico administrativo que, según han dicho a EFE fuentes de Red.es, sigue su curso normal.
Desde el Observatorio Nacional del 5G de España, su director Federico Ruiz, prefiere no entrar en el asunto, ya que se trata de un tema a dos bandas entre EE.UU y China.