León, 17 may (EFECOM).- El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este viernes en León que la implantación en las empresas del registro de la jornada laboral "no se entiende bien porque es como matar moscas a cañonazos".

"Cuando estamos hablando de flexibilidad, conciliación de la vida familiar, globalización y digitalización, así como de nuevos empleos, aplicar criterios del siglo XIX sinceramente no lo entendemos muy bien desde la patronal, lo que no significa que no haya que evitar los abusos", ha apuntado Garamendi.

Con los criterios de antes es muy difícil equilibrar o valorar cómo se pueden gestionar las jornadas laborales, "por esto se está trabajando con el Ministerio", ha añadido en declaraciones a los periodistas antes de participar en la jornada "Una visión global de la economía", organizada por el Diario de León.

Garamendi también ha criticado que la implantación de la nueva norma sea por real decreto cuando a su juicio una mejor fórmula para su puesta en marcha hubiera sido un proyecto de ley en el que empresas y sindicatos hubieran tenido la oportunidad de ser escuchados a través del diálogo social.

Por otra parte, ha señalado que las empresas españolas están en la actualidad "mucho mejor preparadas para soportar una crisis" gracias a la internacionalización.

El presidente de los empresarios españoles ha precisado que no se está a las puertas de una crisis económica, aunque se está en un momento de "desaceleración".

"Estamos creciendo menos de lo que esperábamos como ya avisamos desde la CEOE y en su momento nos llamaban agoreros, pero ahora todo el mundo coincide en que la previsión de crecimiento para este año será del 2,1%", ha declarado al respecto.

Una desaceleración económica que no es española sino mundial debido a diversos factores que condicionan la economía como el problema del Brexit, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la ralentización de la economía alemana o problemas sociales en Francia y el populismo en Italia.

En su análisis de la economía nacional, el responsable de la CEOE ha explicado que tras la salida de la crisis hay un elemento clave como ha sido la internacionalización de la empresa española.

"Otro hecho elemento fundamental es que en el año 2007 se construían 700.000 viviendas en España y ahora son 50.000 a pesar de lo cual hemos crecido en los últimos años por encima del 3 % y se han creado 500.000 empleos", ha recalcado Garamendi.

Así, la pérdida de peso del sector de la construcción ha sido compensando con la internacionalización de las empresas, pasando de un 22 al 33 % de la participación en el PIB de las exportaciones y de 50.000 a 150.000 las empresas españolas que realizan ventas al exterior de forma natural.

"De hecho las exportaciones en el porcentaje del PIB hemos pasado a Francia, Italia y Reino Unido y sólo estamos por detrás de Alemania", ha destacado Garamendi.

Unas exportaciones que, a su juicio, también pueden verse afectadas por la desaceleración económica ya que el 60% de las exportaciones patrias se realizan en Europa.

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