Dublín, 20 may (EFECOM).- La batalla por la tarifas baratas en Europa ha provocado una caída del 38,9 % en los beneficios de la aerolínea irlandesa Ryanair durante su último ejercicio fiscal, según explicó este lunes su consejero delegado, Michael O'Leary.
La compañía de vuelos económicos ganó hasta el pasado 31 de marzo 885 millones de euros netos, su beneficio más bajo en cuatro años, debido a la "guerra de desgaste de billetes" que libran las aerolíneas en el continente, explicó el directivo.
Son buenas noticias para el consumidor, pues O'Leary predijo hoy que las tarifas podrían seguir cayendo en los próximos meses, una tendencia que, no obstante, mantendrá "estancados" los beneficios de Ryanair en el siguiente año fiscal.
Más allá de esa fecha, O'Leary confió en "la consolidación" del sector de vuelos de corto recorrido y planteó la posibilidad de que la tarifas aéreas vuelvan a subir "durante los próximos cinco años".
Ryanair ya advirtió en dos revisiones de resultados anteriores que sus beneficios caerían en 2019 como consecuencia de esta guerra de precios, así como por el encarecimiento del combustible, los costes de plantilla y el pago de compensaciones por cancelaciones y retrasos de vuelos.
Especialmente turbulento fue el pasado verano, cuando pilotos y personal de cabina en toda Europa convocaron varias huelgas, ante la falta de avances en las negociaciones con la dirección, que decidió en 2017, por primera vez en la historia de la empresa, reconocer a los sindicatos independientes de sus trabajadores.
Desde entonces, O'Leary ha cerrado ya convenidos colectivos con muchos de los representantes de las principales bases de operaciones y el enemigo ahora, planteó, es, entre otros, el "brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La incertidumbre que ha creado este divorcio, inconcluso aún porque se ha saltado ya varias fechas límites desde el pasado marzo, ha llevado al consumidor a retrasar la reserva de sus vacaciones de verano, lo que ha aumentado la capacidad de las aerolíneas, recordó O'Leary.
En este sentido, los resultados anunciados hoy están "en línea" con la previsiones de la empresa, señaló el consejero delegado, quien destacó que los ingresos auxiliares, que incluyen las ventas a bordo, recargos por equipaje o tarifas de embarque con prioridad, crecieron un 19 %, hasta 2.400 millones de euros.
O'Leary indicó que esa subida contribuyó al aumento del 6 % en la facturación total, hasta 7.560 millones de euros, mientras que la tarifa aérea media se situó en 37 euros, el 6 % menos que en el ejercicio precedente.
Estos factores, prosiguió, favorecieron las ventas de billetes y elevó el tráfico anual de pasajeros hasta 139,1 millones, el 7 % más.
La aerolínea precisó que los resultados no tienen en cuentan las pérdidas de 139,5 millones de euros sufridas por LaudaMotion, línea fundada por el expiloto austríaco de Fórmula Uno Niki Lauda y adquirida el pasado julio por Ryanair.
"El crecimiento en la capacidad de las rutas de corta distancia y la ausencia de la Semana Santa en el cuarto trimestre provocó una caída del 6 % en la tarifa aérea, lo que estimuló un crecimiento del tráfico del 7 %", afirmó O'Leary.
A pesar de la caída de su beneficio, Ryanair confirmó que su junta directiva ha dado luz verde para que comience a final de esta semana un proceso de recompra de acciones valorado en 700 millones de euros.
Asimismo, O'Leary reafirmó que la aerolínea mantiene su "total confianza" en los aviones Boeing 737-MAX, a pesar de que ha cancelado hasta el próximo invierno la incorporación a su flota de cinco aparatos del fabricante estadounidense, después de los accidentes ocurridos este año en Etiopía e Indonesia.
"Seguimos teniendo total confianza en estos aviones que ofrecen un 4 % más de asientos, son un 16 % más eficientes con el combustible y generan un 40 % menos de ruido", indicó el directivo.
Respecto al próximo ejercicio, O'Leary señaló que las previsiones indican que las ganancias podrían ser "planas", aunque esto dependerá de que no haya "acontecimientos negativos" en torno al "brexit".