El director comercial de Airbus, Christian Scherer, ha asegurado este martes que la palabra seguridad es la primera y la última en todo el proceso de fabricación de aviones y es una "obsesión" para la industria.
El responsable de Servicios de Airbus, Rémi Maillard, ha añadido, durante la celebración de las jornadas de innovación del fabricante europeo en la ciudad francesa de Toulouse, que el grupo no vende servicios sino vende servicios de seguridad.
Scherer ha explicado que los accidente del avión Boeing 737MAX no han afectado ha los planes comerciales del fabricante europeo ni de producción y ha subrayado que la situación de Airbus es "muy saludable" y positiva.
El directivo ha defendido, asimismo, el papel de los organismos reguladores en la crisis del B737MAX y ha explicado la falta de coordinación a la hora de afrontar los accidentes ocurridos con estos aviones por parte de la FAA estadounidense y la EASA europea por diferentes criterios.
Airbus tiene la producción asegurada para los próximos años, lo que impide de que pueda elevarla y beneficiarse de la crisis que atraviesa el fabricante estadounidense Boeing. Actualmente no se trata de conseguir más demanda sino de cómo gestionar la cartera de pedidos que tiene el fabricante, ha apuntado.
Asimismo, Scherer ha minimizado las preocupaciones de que la industria de la aviación está llegando al fin de su ciclo económico después de una expansión de casi una década, ya que, a su juicio, el sector es ahora menos cíclico que antes.
No obstante, el grupo se muestra preocupado por el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, según el director de Programas y Servicio de Airbus, Philippe Mhun.
Airbus tiene su foco puesto en Asia, dado que de los 37.000 aviones que adquieran las aerolíneas en el mundo, casi la mitad serán para el mercado asiático.
Por otro lado, la compañía se muestra contraria a los impuestos como las tasas al fuel o arancelarias, que, para Scherer, no parecen muy útiles y no ayudan a la industria en un mundo global en que vivimos.
Tras dejar de fabricar el A380, ahora el A350-1000 es el avión más grande que ofrece Airbus y Scherer espera que sus ventas sigan creciendo, ampliando en el futuro sus capacidades y el alcance.
En cuanto al A220, el antiguo C-Series de Bombardier, del que Airbus tiene pedidos hasta la fecha más de 530 unidades, ha anunciado que ampliará su alcance.