(Actualiza la EC2359 con más datos)
Toulouse (Francia), 21 may (EFECOM).- El director comercial de Airbus, Christian Scherer, ha respaldado este martes la estrategia del grupo de actualizar modelos más antiguos de aviones después de que los accidentes del 737 MAX de Boeing levantaran dudas sobre la seguridad.
Scherer ha señalado que la seguridad es una "obsesión" para la industria, que la palabra seguridad es la primera y la última en todo el proceso de fabricación de aviones y que el objetivo de actualizar los modelos más antiguos es ofrecer a las aerolíneas mejoras de eficiencia.
Las operaciones del B737 MAX están suspendidas en todo el mundo desde mediados de marzo después de que dos aviones de este modelo se estrellaran en menos de cinco meses.
El modelo ha sido criticado por algunos legisladores en Estados Unidos y otros países por tener sus raíces en un diseño de avión de la década de 1960 que se ha actualizado en reiteradas ocasiones.
Los procesos de autorización de la seguridad desde el principio se han centrado únicamente en funcionalidades que han ido cambiando de manera gradual.
Sin embargo, Airbus resta importancia a la idea de que el problema de la versión más reciente de los aviones de su rival sea que se trata de una nueva actualización, según recoge Efe-Dow Jones.
"No se han pasado con las actualizaciones del MAX", dijo Scherer a los periodistas durante las jornadas de innovación de Airbus.
Scherer ha indicado que actualizar los aviones tiene sentido en casos en los que las mejoras graduales no justifican un nuevo diseño. El modelo A321 del grupo europeo podría actualizarse todavía más, incluso más allá del A321XLR, ha agregado.
Precisamente, la compañía ha anunciado que actualizará el A220, el antiguo C-Series de Bombardier, del que Airbus tiene pedidos hasta la fecha más de 530 unidades, ampliando su alcance, y la nueva versión se prevé que estará disponible a partir del segundo trimestre de 2020.
Además, haciéndose eco de las palabras del consejero delegado, Guillaume Faury, ha expresado su preocupación por que la crisis del MAX pueda reducir la confianza de la opinión pública en la seguridad de los aviones comerciales.
Scherer ha señalado que los accidente del avión Boeing 737MAX no han afectado a los planes comerciales del fabricante europeo ni de producción y ha subrayado que la situación de Airbus es "muy saludable" y positiva.
Airbus tiene la producción asegurada para los próximos años, lo que impide que pueda elevarla y beneficiarse de la crisis de su rival estadounidense. Actualmente no se trata de conseguir más demanda sino de cómo gestionar la cartera de pedidos que tienen.
Además, Scherer ha minimizado las preocupaciones en torno a que la industria de la aviación está llegando al final de su ciclo económico tras una década de expansión.
No obstante, el grupo está preocupado por el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ha apuntado el director de Programas y Servicio de Airbus, Philippe Mhun.
Airbus tiene su foco puesto en Asia, dado que de los 37.000 aviones que adquieran las aerolíneas en el mundo, casi la mitad serán para el mercado asiático.
La compañía está en contra de impuestos como las tasas al fuel o arancelarias, que, para Scherer, no parecen muy útiles y no ayudan a la industria en el mundo en que vivimos.