Naciones Unidas, 21 may (EFECOM).- El crecimiento de la economía global se está ralentizando de forma generalizada como consecuencia de las tensiones comerciales entre Estados Unidos (EEUU) y China, y debido a la incertidumbre política, según advirtió este martes la ONU.
En un nuevo informe, la Organización de Naciones Unidas (ONU) pronosticó que el mundo avanzará durante 2019 a un ritmo del 2,7 %, un empeoramiento respecto al 3 % que había calculado en enero.
Para 2020, la organización espera un crecimiento del 2,9 %, frente al 3 % que vaticinaba anteriormente, y advierte de que existen varios factores que amenazan el rumbo de la economía global, en especial, una posible escalada aún mayor de los problemas comerciales.
"Las tensiones comerciales sin resolver que experimentamos y la gran incertidumbre política internacional siguen dañando las perspectivas de crecimiento", explicó en una conferencia de prensa Elliott Harris, economista jefe de la ONU.
Naciones Unidas apunta a que varios de los riesgos potenciales de los que advertía a inicios de año se han materializado.
Dawn Holland, la jefa de la sección de Seguimiento Económico Global del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, reconoció que las disputas comerciales "han persistido más tiempo de lo esperado", algo que también ha ocurrido con la incertidumbre en torno a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), conocido como "brexit".
En paralelo, continúan las tensiones geopolíticas y los problemas internos en algunos países, que se unen a algunos desastres naturales de importancia como el ciclón que golpeó el sur de África este año.
En todo caso, el choque entre EEUU y China aparece como el principal factor de ralentización.
Según apuntó Holland, el comercio bilateral entre las dos potencias se ha reducido un 15 % desde septiembre de 2018, cuando se intensificó la disputa con nuevos aranceles.
La guerra comercial ya está teniendo un impacto a escala global y la ONU calcula que, en 2019, el comercio mundial crecerá un 2,7 %, muy lejos del 3,6 % que avanzó el año pasado.
La organización advierte de que, de seguir aumentando los aranceles y las medidas de respuesta, también pueden sufrir las economías menos desarrolladas, sobre todo aquellas cuyas exportaciones dependen en gran medida de esos países.
Además, la ONU destaca otros riesgos para la economía mundial, como los posibles desequilibrios que pueden darse si continúa la flexibilización de las políticas monetarias adoptada por algunos bancos centrales para dar respuesta al escaso crecimiento.
Naciones Unidas también alerta de los crecientes impactos del cambio climático, con desastres naturales cada vez más frecuentes y pide un enfoque sobre el clima más coordinado a escala global, que incluya el uso de mecanismos para hacer pagar por las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Ahora mismo, la ralentización del crecimiento es generalizada y afecta tanto a las economías más desarrolladas como a aquellas en vías de desarrollo.
Naciones Unidas prevé para 2019 un crecimiento del 2,3 % en Estados Unidos, del 1,5 % en la UE, del 0,8 % en Japón o del 1,4 % en Rusia, todas cifras peores de lo que se calculaba hace sólo cinco meses.
Mientras, el conjunto de las economías en desarrollo progresaría un 4,1 %, frente al 4,3 % de 2018, con una ligera mejora en África, pero con retrocesos en una mayoría de regiones.
Latinoamérica y el Caribe, donde la ONU esperaba una leve aceleración del crecimiento, seguiría a la cola del mundo, con un alza de sólo el 1,1 %.
Dentro de esa región, los peores datos son los de Sudamérica (0,7 %), mientras que Naciones Unidas vaticina que la economía de México y Centroamérica avanzará un 2 % y que la del Caribe progresará un 1,9 %.
En su informe, la ONU alerta de que los países en vías de desarrollo no están creciendo al ritmo necesario para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la gran agenda contra la pobreza que busca, entre otras cosas, acabar con la pobreza extrema para 2030.