Steve Bannon, exasesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy que la orden ejecutiva que prohíbe a las empresas estadounidenses usar equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías que supuestamente intentan espiarles, es mucho más importante que un acuerdo comercial entre Pekín y Washington.
"Es un tremendo asunto de seguridad nacional para Occidente", aseguró el exasesor en entrevista telefónica con el diario hongkonés South China Morning Post.
"La orden ejecutiva (que afecta a la tecnológica china Huawei) es diez veces más importante que salirse del acuerdo comercial".
En referencia a Huawei, Bannon aseguró que "es una gran amenaza de seguridad nacional, no solo para Estados Unidos (EEUU), sino para todo el mundo".
"Vamos a cerrarla", apostilló el ideólogo nacionalista estadounidense, conocido también por su faceta de manipulador mediático y su discurso populista.
Según el rotativo hongkonés, Bannon no dio detalles sobre los supuestos riesgos de los productos de Huawei, que esta semana se han visto amenazados por la decisión de la tecnológica estadounidense Google de retirar las licencias de uso de sus aplicaciones a la firma china.
"El siguiente paso -agregó Bannon- es cortar todas las ofertas públicas de venta (IPOs) y desenmarañar todos los fondos de pensiones y compañías de seguros en EEUU que proveen capital al Partido Comunista de China".
Bannon opinó que habrá "una gran jugada en Wall Street para restringir el acceso a los mercados de capital a las empresas chinas" hasta que acepten una reforma de su sistema económico, como pide la potencia norteamericana.
Lograr que China acometa esas reformas que EEUU considera fundamentales son el motivo, según el exasesor de Trump, de la actual "guerra económica".
"No creo que se vaya a resolver rápidamente. Es el comienzo de un proceso largo y duro. He dedicado mi vida a esto. Es lo que hago 24 horas al día. Vamos a mantener una presión implacable", concluyó.
Pekín y Washington se encuentran enzarzados en una guerra comercial que comenzó en marzo de 2018, pero que se ha caldeado de manera significativa en las últimas semanas, con la imposición de aranceles a nuevos productos chinos por parte de EEUU, y una medida similar en respuesta por parte del gigante asiático.