Madrid, 23 may (EFECOM).- El Banco de España ha reiterado la necesidad de reforzar la sostenibilidad de las cuentas públicas para reducir la vulnerabilidad que supone tener una deuda externa neta del 77,1 % del PIB, que deja a la economía española expuesta ante posibles perturbaciones en los mercados de capitales internacionales.
En un análisis publicado este jueves de los datos de cierre de 2018 de la balanza de pagos, la entidad destaca que el mantenimiento por séptimo año consecutivo de la capacidad de financiación de la economía (superávit externo) y el crecimiento del producto interior bruto (PIB) permitieron el año pasado la reducción de 6,4 puntos porcentuales de la deuda externa neta.
No obstante, subraya que el 77,1 % sigue siendo una tasa elevada tanto desde una perspectiva histórica como en comparación con otras economías del entorno y recuerda que la mayor parte de la deuda externa de la economía española recae sobre el sector público.
En términos brutos, -incluyendo todos los pasivos frente a no residentes que dan lugar a pagos futuros (instrumentos de deuda, depósitos)- la deuda externa cerró 2018 en el 166,7 % del PIB, 1,7 puntos por debajo del máximo alcanzado en 2015.
A las Administraciones Públicas corresponde la mayor parte de esa ratio (46 puntos porcentuales), mientras que el resto se reparte entre Banco de España, sector financiero, empresas, hogares e inversión directa en forma de deuda.
El Banco de España explica que detrás de la reducción de la deuda externa neta entre 2013 y 2018 está la mayor confianza de los inversores internacionales en la economía española, lo que ha redundado en un aumento de precio de los pasivos de los residentes frente al resto del mundo.
Por el contrario, entre 2009 y 2012 la notable pérdida de confianza de los inversores internacionales hizo caer el valor de los instrumentos financieros emitidos por los agentes residentes, lo que provocó un aumento de la deuda externa, a pesar de que la necesidad de financiación frente al resto del mundo se reducía.