San Fernando de Henares (Madrid), 27 may (EFECOM).- El ex director general de Política Económica y del Frob Antonio Carrascosa ha asegurado hoy en el juicio de Bankia que "por lógica" el FMI habla con el gobierno de turno cuando elabora un informe o análisis sobre una entidad financiera, sobre todo si el informe es negativo.
Durante su declaración como testigo ante la sección cuarta de la Sala de lo Penal, Carrascosa se ha referido a un informe que el Fondo Monetario Internacional (FMI) elaboró en abril de 2012 sobre la situación de la banca española, en la que sin nombrarla expresamente mencionaba a Bankia como la entidad más vulnerable.
El FMI publicó un anticipo de ese informe antes de hacer publicas sus conclusiones definitivas, adelanto que el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, achacó a las presiones del Gobierno español, y en concreto del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos.
Si el FMI publica un informe, ha explicado Carrascosa, "tiene que estar de acuerdo con el gobierno de turno, si se publica antes, pues te pones de acuerdo con el gobierno, eso no es nada raro y es de pura lógica, estoy seguro de que en muchos casos ha sido así".
En aquel momento, en abril de 2012, ha relatado Carrascosa, que todavía no se había incorporado al Frob, hubo un almuerzo con el entonces subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, y la que fuera directora adjunta del Departamento de Mercados Monetarios del FMI Ceyla Pazarbasioglu, que también debe prestar testimonio.
Pazarbasioglu le transmitió al término del almuerzo su gran preocupación por los resultados del análisis que el organismo había efectuado del sector financiero español, y que "no veía", aparte de la aprobación del decreto de febrero de ese año sobre saneamiento de entidades, "que mejorara nada".
Carrascosa ha descrito un contexto económico y financiero desastroso durante el año 2012, con la doble recesión y que "empeoraba cada vez más", pero ha defendido la gestión de las entidades financieras españolas, en particular las cajas de ahorros, en las que "se cometieron errores pero no hubo mala gestión".
La situación "era muy grave", ha señalado, y en el FROB "estábamos muy preocupados y mantuvimos una intensa y continua relación con Bankia, con reuniones y llamadas de teléfono", en las que se pedía "más exigencia y mas saneamientos".
Pero "no evolucionaba la cosa, se hablaba incluso de alguna fusión, eso creo que salió en la prensa, con alguna entidad que luego necesitó ayuda pública; se hizo lo que había que hacer, que era exigir credibilidad y acelerar las desinversiones y los saneamientos", ha añadido.
El juicio por la salida a Bolsa de Bankia, que tuvo lugar en julio de 2011, cumplió ayer seis meses, y ha sentado en el banquillo al expresidente de la entidad Rodrigo Rato y a una treintena de directivos por presunta estafa a los inversores.