Antonio Broto
Ginebra, 29 may (EFECOM).- El Área Continental Africana de Libre Comercio (AfCFTA) es una zona que, pese a no estar totalmente consolidada ni contar aún con la mayor economía del continente (Nigeria), representa un ejemplo de apertura ante el auge del proteccionismo que abandera Estados Unidos.
En la sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra, el AfCFTA, que entra en vigor este jueves, es recibido como una buena noticia en un momento marcado por grandes vaivenes en el librecambismo global y por las tensiones que el Gobierno de Donald Trump ha abierto con socios tan importantes como la Unión Europea, Japón y, especialmente, China.
"La importancia de este acuerdo es que intenta reducir barreras al comercio entre todos los países del continente africano, algo que nunca había ocurrido antes", destacó en declaraciones a Efe Rohini Acharya, jefa de la sección de Acuerdos Comerciales Regionales en la OMC.
"Es el primer intento verdadero de eliminar algunas de esas barreras y de animar el comercio entre los países africanos en lugar de con naciones fuera del continente", añadió la experta india.
El AfCFTA ha sido firmado por 52 de los 55 miembros de la Unión Africana (todos menos Nigeria, Benin y Eritrea), aunque sólo 23 lo han ratificado, condición necesaria para que sea aplicado en sus economías.
Su objetivo es eliminar aranceles en un 90 por ciento de los productos, aunque la lista de excepciones aún no se ha concretado y probablemente dependerá de las "necesidades estratégicas" de cada país.
En un momento en el que la integración comercial mundial parece dar pasos atrás, la OMC espera que este acuerdo demuestre que puede contribuir al desarrollo de los países africanos, a reducir su dependencia de la exportación de materias primas, y a impulsar la industrialización y la producción de alto valor añadido.
Ello podría en el medio plazo ayudar a superar las reticencias de Nigeria, cuya industria ahora teme la entrada de productos del resto de África.
En ese continente, donde muchos países mantienen acuerdos comerciales con sus antiguas metrópolis de la era colonial, la nueva área de libre comercio puede suponer un vuelco a las tradicionales sinergias locales, en las que las economías tienen escasos lazos con sus vecinos del resto de África.
"De la proporción del comercio entre países africanos sólo representa el 15 por ciento del total del comercio continental, un porcentaje muy bajo comparado con los de Europa, Asia o Latinoamérica", recuerda Acharya, quien subraya que en general "tiene más sentido intercambiar con los vecinos que mandar los productos a miles de kilómetros".
El AfCFTA sigue el modelo de integración comercial regional que ya practican regiones como Indochina y alrededores (a través de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, ASEAN) o Sudamérica (con el Mercosur), aunque en este caso con un número récord de países implicados, y con sistemas económicos aún más diversos.
La nueva área de libre comercio se acordó en el seno de la Unión Africana, y después de tres años de negociaciones fue suscrita por 44 miembros en Kigali (Ruanda) el 21 de marzo de 2018.
Entre los primeros firmantes figuró Sudáfrica, la nación que más exporta e importa al resto de África.
Se espera que en cuestión de tres años el área comercial contribuya a aumentar en más de un 52 por ciento los intercambios entre los países del continente.