Donald Trump abrió esta madrugada un nuevo frente en su guerra comercial y anunció nuevos aranceles a México del 5% a todos sus productos bajo el pretexto del creciente flujo migratorio en la frontera común, en tanto que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, le pidió por carta diálogo y no confrontación.
Trump, como en otras ocasiones, aprovechó la red social Twitter para anunciar estos aranceles, que entrarán en vigor el próximo 10 de junio y que aumentarían paulatinamente hasta alcanzar el 25% en octubre si no cesa el flujo migratorio hacia Estados Unidos a través de la frontera común, precisó la Casa Blanca en un comunicado posterior.
El comunicado de la Casa Blanca precisa que si México no toma acciones para reducir drásticamente el número de extranjeros ilegales cruzando su territorio hacia Estados Unidos "los aranceles aumentarán al 15% el 1 de agosto de 2019, al 20% el 1 de septiembre y al 25% el 1 de octubre de 2019".
Estos aranceles, añadió Trump en su mensaje de Twitter, se mantendrán "hasta el momento en el que los migrantes ilegales que vienen por México, a nuestro país, PAREN".
Para imponer estos aranceles, Trump invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, una norma de 1977 que permite tomar este tipo de medidas para hacer frente a una emergencia nacional, como la que el mandatario proclamó en febrero en la frontera sur.
México exportó en 2018 a Estados Unidos 346.500 millones de dólares en productos que se verán afectados por esta imposición arancelaria, desde frutas y verduras a vehículos y tecnología.
La respuesta de México no se hizo esperar y en un intento de rebajar la tensión el presidente mexicano pedía a Trump en una carta profundizar en el diálogo para buscar alternativas al problema migratorio y evitar así confrontaciones.
"Le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio", dice López Obrador en esa carta, en la que le reitera que no quiere confrontación, pero tampoco le falta valor, ya que, asevera, no es "cobarde ni timorato".
En la misiva, divulgada por la Presidencia de México, López Obrador asegura que su país "cumple su responsabilidad de evitar la migración" sin violentar los derechos humanos.
Los problemas sociales, añade el presidente mexicano, "no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas" y asegura que los líderes de los estados "estamos obligados a buscar soluciones pacíficas a las controversias y llevar a la práctica por siempre el bello ideal de la no-violencia".
López Obrador pide también a Trump que si no tiene inconveniente instruya a sus funcionarios para que atiendan a los representantes de México que este viernes viajarán a Washington "para llegar a un acuerdo en beneficio de nuestras naciones".
También indica a Trump que en poco tiempo los mexicanos ya no tendrán necesidad de irse a Estados Unidos y que su migración "será opcional y no forzosa" porque su Gobierno combate la corrupción, el principal problema de México.
A raíz de este incidente comercial, la Casa Blanca aprovechó la ocasión para invitar a las empresas que producen en México a que se "reubiquen" en EEUU para no pagar los aranceles ni verse afectadas de ninguna manera por la medida.
La frontera entre EEUU y México vive desde hace meses una situación de crisis por el creciente flujo de migrantes que la cruzan, en su mayoría familias centroamericanas solicitantes de asilo.
En marzo cruzaron la frontera entre México y EEUU 92.831 migrantes y en abril fueron 98.977, cifras sin precedentes en la última década.