El fabricante de automóviles Ford confirmó este jueves su intención de cerrar en 2020 su planta de Bridgend, en el Reino Unido, que cuenta con 1.700 empleados.
La compañía argumentó que la instalación ha perdido competitividad debido a "los cambios en las demandas de los consumidores" y por sus "desventajas en cuanto a costes" respecto a otras instalaciones, factores que la han convertido en "económicamente insostenible".
La firma ha comunicado a los empleados que comenzará a reducir los puestos de trabajo en diversas fases, a partir de septiembre del próximo año.
"Como uno de los grandes empleadores del Reino Unido durante más de un siglo, sabemos que el cierre de Bridgend va a ser difícil para muchos de nuestros trabajadores", afirmó en un comunicado el presidente de Ford en Europa, Stuart Rowley.
La planta galesa, abierta en 1977, se ha visto golpeada por el fin de un contrato para producir motores para Jaguar Land Rover y por la conclusión de la fabricación de la anterior generación de motores para el Ford GTDi.
La compañía indica que otras de sus instalaciones son capaces de fabricar las nuevas generaciones de motores con menores costes.
El anuncio del cierre es un nuevo revés para la industria automovilística del Reino Unido.
En febrero, la japonesa Honda anunció la clausura en 2021 de su planta en Swindon (Inglaterra), lo que supondrá un recorte de 3.500 empleos, mientras que Nissan revertió su decisión de construir en Sunderland (Inglaterra) su nuevo modelo X-Trail.
El secretario de Estado de Comercio británico Graham Stuart aseguró en la Cámara de los Comunes que el cierre de la planta de Ford no está relacionado con la incertidumbre que provoca el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).