El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó este viernes a Rumanía a "un cambio en el curso de sus políticas" económicas para frenar los desequilibrios macroeconómicos en los que está incurriendo, como los aumentos del déficit por cuenta corriente y la inflación, en medio de su sostenido crecimiento económico.
La advertencia se expresa en las conclusiones de una misión del FMI que evaluó sobre el terreno la situación de la economía rumana del 27 de mayo pasado hasta este viernes.
"A menos que las políticas cambien de rumbo, el progreso" logrado hasta ahora, con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) ininterrumpido desde 2011, "podría sufrir un revés que perjudicaría sobre todo los ingresos de los jubilados y de las personas pobres", señala el FMI en un comunicado.
Los expertos internacionales aluden a las fuertes subidas de los sueldos y pensiones adoptadas por el gobierno socialdemócrata desde 2017 al abogar por "políticas más equilibradas".
"El crecimiento rápido y continuado de los salarios, incluido el salario mínimo, a un ritmo superior al aumento de la productividad, perjudica a la competitividad. En el futuro, los salarios mínimos deben establecerse mediante un mecanismo transparente y objetivo que refleje mejoras en la productividad", indican.
Desde la llegada al poder en enero de 2017 del Partido Social Demócrata (PDS), el sueldo medio ha subido en Rumanía más de un 50%, impulsado por tres tandas de aumentos del salario mínimo.
El FMI considera que "el cumplimiento del objetivo de déficit para el presupuesto de 2019" marcado por el gobierno rumano en el 2,75% sería "un primer paso" para cumplir con sus recomendaciones macroeconómicas.
Sin embargo, la Comisión Europea prevé que el déficit público rumano se situará en torno al 3,5% del PIB a fines de este año.