Madrid, 12 jun (EFECOM).- El abaratamiento de la electricidad y el menor encarecimiento de los carburantes tiraron a la baja de la inflación interanual, que se situó en el 0,8 % en mayo, tras moderarse siete décimas respecto a abril.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado hoy el índice de precios de consumo (IPC) de mayo que avanzó hace dos semanas, que modera el incremento interanual del 1,5 % de abril que había sido empujado por los precios de la Semana Santa.
En mayo, por el contrario, el abaratamiento de los paquetes turísticos tiraron también a la baja de los precios del ocio y la cultura, hasta marcar una caída del 1,2 %.
Pero lo que más influyó en el moderación de mayo fueron los precios de la vivienda, que cayeron el 0,3 %, frente al alza del 1,7 % de abril, por el abaratamiento de la electricidad que un año antes se encarecía.
Además, los precios del transporte crecieron casi un punto menos que en abril, el 1,8 %, por el menor encarecimiento de los carburantes y lubricantes y, en menor medida, por el abaratamiento del transporte aéreo.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas también contribuyeron a la moderación de la inflación en mayo, con una subida del 0,5 %, tres décimas menos, debido a la menor subida de los precios de las frutas y pese al incremento de los de las legumbres y hortalizas frente a la estabilidad del año pasado.
Los precios del pescado y marisco y de la carne tiraron para arriba de los precios en mayo, frente a las bajadas o estabilidad del año anterior.
Los productos de la cesta de la compra que más aumentaron sus precios en mayo fueron la patata (18,4 %) y las tasas administrativas (12,2 %), en tanto que los mayores descensos los registraron el aceite de oliva (18,1 %) y los paquetes turísticos nacionales (14 %).
La inflación subyacente, una vez eliminados los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), se situó en el 0,7 % (lo que supuso un descenso de dos décimas), de forma que se situó una décima por debajo del IPC general.
Sólo a tasa mensual de mayo, el IPC aumentó el 0,2 %, ocho décimas menos que en abril (1 %) y siete menos que en mayo de 2018 (0,9 %).
En la tasa mensual de mayo, tiraron de los precios el vestido y el calzado, por la campaña de primavera-verano; los alimentos y bebidas no alcohólicas, por las frutas, carne, pescado y marisco y pese al descenso de legumbres y hortalizas; y el transporte, por los carburantes y pese al transporte aéreo de viajeros.
Por su parte, contuvieron la inflación el ocio y la cultura, por la caída de los paquetes turísticos; y la vivienda, por la caída de la electricidad.
Para el director de Inversiones y Renta Variable de ATL Capital, Ignacio Cantos, la inflación cerrará el año en torno al 1 %, dado que no prevé tensiones inflacionistas, subidas de impuestos o grandes movimientos de los precios del petróleo, al tiempo que no contempla que afecte a los precios en España un recrudecimiento de la guerra comercial.
En declaraciones a Efe, el analista de XTB, Joaquín Robles, considera que la energía y los alimentos generan mucha volatilidad en la cesta de la compra, dado que tienen una alta ponderación, algo que no ocurre con la vivienda, dado que la subida de precios que ha experimentado en los últimos años no se ha trasladado a la inflación.
En el mismo sentido opina UGT, que asegura que el IPC no recoge en su totalidad el encarecimiento que ha experimentado la venta y alquiler de vivienda, si bien considera que, si las empresas mantienen contenidos sus márgenes, las familias recuperarán este año poder adquisitivo, algo que comparte CCOO.
Para el sindicato que lidera Unai Sordo es necesario, no obstante, que los salarios sigan subiendo para impulsar la demanda interna y favorecer el crecimiento económico.