Madrid, 13 jun (EFECOM).- Las subastas de liquidez a largo plazo (TLTRO) que lleva a cabo el Banco Central Europeo (BCE) para que el crédito fluya a la economía real han acentuado la competencia en el sector bancario y han estimulado la oferta de financiación.
Esta es una de las principales conclusiones del informe "El impacto de las TLTRO en las políticas de crédito bancario: el papel de la competencia", publicado este jueves por el Banco de España.
El estudio, elaborado a partir de una muestra de 130 bancos de 13 países y sus respuestas a la Encuesta sobre Préstamos Bancarios que elabora el BCE, destaca que las subastas de liquidez a largo plazo de la entidad europeas tuvieron efectos directos en los bancos que participaron en ellas, pero también indirectos en las entidades que no lo hicieron.
Respecto a los efectos directos, es decir, en aquellos bancos que participaron en las subastas, el informe detalla que la reducción en el coste de financiación gracias a las TLTRO provocó una expansión en su oferta de crédito.
Y es que, tal y como indica el informe, las TLTRO contribuyeron directamente a reducir los márgenes aplicados a los préstamos con menor nivel de riesgo y a relajar los criterios de aprobación de financiación a las grandes empresas.
Respecto a los efectos indirectos, el informe identifica dos impactos contrapuestos.
Por un lado, la competencia en el mercado de crédito se acentúa, ya que las subastas de liquidez, al reducir los costes de financiación de los bancos participantes, permiten que estas entidades compitan de forma más agresiva en el mercado, es decir, concediendo más préstamos a tipos de interés menores.
"La expansión en la oferta de crédito de los bancos participantes en las subastas llevaría, en principio, a una contracción en la oferta de crédito de los bancos que no participan", asegura el informe.
Por otro lado, el estudio indica que la competencia en el mercado de depósitos se debilita porque los bancos que han participado en estas subastas sustituyen parte de sus depósitos por fondos provenientes de las TLTRO.
"La menor demanda de depósitos por parte de estos bancos conlleva menores tipos de interés en este mercado, lo que se traduce en menores costes de financiación también para los bancos que no participan".
"Esta externalidad positiva de las TLTRO sobre los bancos que no participan llevaría a una expansión de la oferta de crédito de estas entidades", asegura el informe.
Como consecuencia de la crisis financiera mundial iniciada en 2008, los principales bancos centrales implementaron numerosas medidas de política monetaria no convencional para evitar la contracción del crédito, estimular la demanda agregada e impulsar la inflación.
En el área del euro, estas medidas incluyeron, entre otras, las subastas de liquidez, la compra de activos públicos y privados, o los tipos de interés negativos.
El 5 de junio de 2014, el BCE anunció su primer programa de TLTRO, que fue implementado a través de ocho operaciones, que tuvieron lugar, con frecuencia trimestral, entre septiembre de 2014 y junio de 2016.
La participación en el programa fue muy alta, ya que los bancos del área del euro solicitaron 212.000 millones en las dos TLTRO iniciales y 220.000 millones en las seis posteriores.
Según los datos recopilados por Efe, en esas dos primeras subastas de liquidez, la banca española pidió unos 43.000 millones.