La Agencia Internacional de la Energía (AIE) consideró este viernes que la demanda de petróleo se acelerará en 2020 con un crecimiento de 1,4 millones de barriles diarios, hasta un total de 101,7 millones.
En su informe mensual sobre el mercado petrolero, el organismo destacó que los países que no pertenecen a la OCDE serán los principales impulsores de ese alza, que contrasta con la revisión a la baja que se hace para 2019, en la que se calcula una demanda global de 100,3 millones de barriles diarios.
Solo en el primer trimestre de este año, la demanda registró un aumento interanual de 250.000 barriles al día, la cifra más baja anotada en un trimestre desde el último de 2011, debido a la ralentización de la industria petroquímica en Europa, una demanda tibia de gasolina y diésel en Estados Unidos y un invierno suave en Japón.
Para el segundo trimestre se espera un incremento de 1,2 millones de barriles diarios y, en caso de que no haya ningún revés geopolítico fuerte, la AIE estimó que el alza en el suministro de los países que no pertenecen a la OPEP será capaz de asumir los aumentos previstos.
En concreto, se espera que haya un crecimiento de 2,3 millones de barriles diarios en el suministro por parte de esos países en 2020, frente al de 1,9 millones en 2019, con un incremento destacado por parte de Brasil y Noruega.
"Esto son buenas noticias para los consumidores y para la salud de una economía global actualmente vulnerable, ya que limitará la presión al alza en el precio del petróleo", dijo la organización en su análisis.
La AIE toma como base las previsiones de la OCDE, que calcula que el crecimiento de la economía mundial se ralentizará en 2019 al 3,2 % y subirá al 3,4 % en 2020. Un porcentaje que podría verse alterado si se mantienen las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
Esas tensiones también se reflejan en la producción de crudo iraní, con una caída de 210.000 barriles diarios en mayo, hasta los 2,4 millones de barriles diarios. Es su nivel más bajo desde finales de 1980 y llega después de que Washington pusiera fin en abril a las exenciones otorgadas a ocho países por la compra de crudo iraní.