Arantxa Iñiguez
Fráncfort (Alemania), 17 jun (EFECOM).- El Bundesbank constata que la economía se enfría actualmente notablemente en Alemania tras un periodo de gran prosperidad económica, pero espera una estabilización en el segundo semestre del año.
"La economía se enfría actualmente notablemente en Alemania tras un periodo de gran prosperidad económica", dice el Bundesbank, el banco central del país, en su boletín económico de junio publicado este lunes.
El banco central de Alemania prevé que la economía alemana crecerá un 0,6 % este año, un 1,2 % en 2020 y un 1,3 % en 2021, con una inflación del 1,4 %, el 1,5 % y el 1,7 % respectivamente.
En comparación con sus pronósticos de diciembre, estas cifras suponen una fuerte revisión a la baja de sus pronósticos de crecimiento para este año y, en menor medida, para el próximo.
Entonces el Bundesbank consideró que la economía alemana podría mantener su prosperidad económica y que el debilitamiento en el tercer trimestre de 2018 se produjo en gran parte por "las dificultades transitorias de la industria automovilística", pero que esto no iba a cambiar la situación.
El Bundesbank pronosticó hace seis meses un crecimiento del 1,6 % para este año y el 2020 y del 1,5 % para el 2021 con una inflación del 1,4 % este año y del 1,8 % los próximos dos años.
No obstante, el Bundesbank añade que "se mantienen intactos, antes como ahora, los impulsos económicos internos".
La caída de la industria, que sufre por el debilitamiento de las exportaciones, es el factor decisivo del debilitamiento de la economía alemana.
El Bundesbank prevé que las exportaciones crecerán de nuevo con más fuerza en la segunda mitad del año, de lo que podría beneficiarse la industria.
El consumo privado y las inversiones podrían subir en el futuro de forma sólida, pero más débil que este año, porque el crecimiento del empleo va a ralentizarse debido a factores demográficos.
El Bundesbank también espera que la política financiera tendrá los próximos años un efecto expansivo.
El supéravit presupuestario bajará este año notablemente, aunque seguirá siendo aproximadamente un 1 % del producto interior bruto (PIB) y se reducirá más los próximos años por una política fiscal más expansiva.
La cuota de endeudamiento de Alemania, que creció en el primer trimestre un 0,4 %, bajará este año por debajo del 60 %, el máximo que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El Gobierno alemán ha rebajado también fuertemente, en cinco décimas, su previsión de crecimiento económico para 2019, hasta el 0,5 %, por la inseguridad ante el "brexit" y las tensiones comerciales internacionales, y en 2020 espera un crecimiento del 1,5 %.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue diciendo a Alemania desde hace tiempo que aumente más su gasto o baje los impuestos para impulsar el crecimiento y porque tiene espacio fiscal para ello, aunque el Gobierno alemán insiste en que invierte a niveles récord en infraestructuras, educación e investigación y que además ha apostado por las "tecnologías de futuro", como la inteligencia artificial.
Los principales institutos del país también bajaron en abril sus pronósticos de crecimiento once décimas, hasta el 0,8 %, para este año, la menor tasa en siete años, por las guerras comerciales y el "brexit".
La entrada de pedidos a la industria alemana subió en abril un 0,3 % en comparación con el mes anterior, tras una estabilización de los pedidos de fuera de Europa, aunque los de Alemania y la zona del euro mantienen la tendencia bajista.
Pero la producción industrial bajó en abril un 1,9 %, respecto al mes anterior, y se prevé que caiga más.
La confianza empresarial bajó en mayo en Alemania al nivel más bajo desde hace cuatro años y medio, por el debilitamiento de la industria, que es muy dependiente de las exportaciones y se ve afectada por el debilitamiento de China y EEUU.