Madrid, 17 jun (EFECOM).- Las subastas para asignar el servicio de interrumpibilidad para el último semestre del año han comenzado este lunes con unos precios de salida inferiores a los de la anterior convocatoria, y en ella se subastarán 368 bloques que suman una potencia de 2.400 megavatios (MW).

Los pagos por interrumpibilidad bonifican a las empresas grandes consumidoras de energía que están dispuestas a suspender su consumo en caso de necesidad y, desde 2014, se reparten mediante subastas en las que los lotes de potencia interrumpible se adjudican a las empresas que presentan las pujas más competitivas.

El calendario de subastas, convocadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y administradas por Red Eléctrica de España (REE), se extiende en esta convocatoria del 17 hasta el 21 de junio, aunque podría finalizar antes si en un menor periodo de tiempo se adjudican todos los bloques.

Los 2.400 MW por los que pujarán los interesados están repartidos en 352 bloques de producto de 5 MW (1.760 MW) y dieciséis bloques de producto de 40 MW (640 MW).

El mecanismo de asignación será similar al de ediciones anteriores y se realiza mediante subastas a la baja, que partirán de 125.000 euros/MW y año para los productos de 5 MW y de 150.000 euros/MW y año para los de 40 MW.

Los precios de salida para esta nueva convocatoria son inferiores a los de la anterior subasta, pues en el caso de los de 40 MW fueron de 200.000 euros/MW y año -50.000 euros más que ahora- y en los de 5 MW de 150.000 euros -25.000 euros más que ahora-.

En cuanto al número de bloques, finalmente los de 5 MW -el mayor número de los que hay- se sitúan en la franja baja estimada para los bloques de esta potencia en la convocatoria, que era 352, y los de 40 MW, por los que pujan las grandes electrointensivas, en la alta, que era de dieciséis.

El escalón de bajada de precio en las subastas será de 1.000 euros/MW y en el caso de subastas de desempate será una décima parte de esos 1.000 euros/MW.

La interrumpibilidad es un mecanismo de ajuste del sistema por el que empresas con gran consumo de energía están dispuestas, a cambio de una retribución, a suspender su consumo en caso de que sea necesario para la seguridad de suministro eléctrico, si bien desde 2018 también se usa para controlar los precios de la electricidad.

Esta nueva subasta llega después de que el Gobierno no pudiera aprobar su proyecto de estatuto para consumidores electrointensivos, al advertir la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) que podría incurrir en ayudas de Estado.

Una de las principales adjudicatarias tradicionalmente en estas subastas es la aluminera Alcoa, que acude a esta puja con el fin de obtener el mayor servicio posible para su planta de San Cibrao, en Lugo, la única productora de aluminio primario en España, aunque ha lamentado que, una vez más, se reduzcan los precios de salida y el número de bloques de potencia interrumpible de 40 MW.

Las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés, pendientes de que se cierre su venta a un inversor, no podrán prestar el servicio de interrumpibilidad en el segundo semestre del año, al tener ahora suspendida su producción de aluminio a la espera de ese comprador.