La multinacional tecnológica española Indra ha anunciado este martes que la compra de ITP Aero a Rolls-Royce, cuyas conversaciones están en estado "avanzado", se financiaría con una "combinación de deuda y ampliación de capital".
Indra, que ha hecho este anuncio en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no ha precisado qué porcentaje adquiriría de ITP (Industria de Turbo Propulsores), en caso de cerrarse el acuerdo, ni tampoco ha confirmado si dichas negociaciones concluirán con la suscripción de un acuerdo vinculante con Rolls-Royce.
Lo que sí ha apuntado es que en función de las condiciones del acuerdo que se pueda alcanzar y del porcentaje del capital de ITP que se adquiera, la operación se financiaría con una combinación de deuda y ampliación de capital.
Este anuncio lo ha efectuado como continuación del hecho relevante publicado el pasado viernes a media sesión, en el que informó de que negociaba con el fabricante británico de turbinas Rolls-Royce la de una participación de control en la española Industria de Turbo Propulsores (ITP Aero), empresa que recientemente fue valorada en 1.300 millones de euros.
Fundanda en 1989, ITP Aero está controlada al 100 % por Rolls-Royce desde finales de 2017, cuando materializó la compra del 53,12 % a la empresa vasca Sener, propiedad de la familia Sendagorta, por 720 millones de euros, tras recibir el visto bueno de las autoridades.
Aquella operación supuso valorar a ITP -una compañía que tiene 3.800 empleados y centros productivos en España, Gran Bretaña, Malta, India y México- en cerca de 1.360 millones de euros, con lo que la compra por parte de Indra de todo su capital podría rondar esa cifra.
Indra caía minutos después de las 11:40 horas un 2,62 % en Bolsa, con un precio por acción de 8,73 euros, de forma que era el tercer valor del Ibex 35 que más se dejaba.
Este descenso se suma al registrado este lunes, cuando la tecnológica lideraba las caídas en la Bolsa española al descender su cotización un 7,06 % al cierre de la sesión, con lo que los títulos cerraron a 8,95 euros.
El viernes la acción cayó un 4,32 % y cerró a 10,79 euros por título.