Barcelona, 20 jun (EFECOM).- La papelera Miquel y Costas mantendrá su impulso inversor y destinará 50 millones de euros entre 2019 y 2020 a sus fábricas para aumentar alrededor de un 10 % su capacidad de producción, mientras continúa abierta a oportunidades de crecimiento a partir de adquisiciones.
La compañía presidida por Jordi Mercader Miró ha dado detalles de sus planes de futuro en un encuentro con los periodistas coincidiendo con la celebración de la Junta General Ordinaria y Extraordinaria de Accionistas, en la que se han presentado los últimos resultados anuales.
La inversión anunciada - 30 millones para 2019 y 20 para 2020 - garantiza la continuación el programa de crecimiento de la compañía, que acabó en 2018, marcado por la apuesta por el desarrollo de la organización, la calidad de los productos y la tecnología.
"Estamos preparando la compañía para el futuro, con el crecimiento de las inversiones y de los resultados, pese a que son moderados, así como con la pretensión de ampliar nuestra cartera de productos", ha señalado Jordi Mercader.
Otro de los pilares en los que se asienta el crecimiento de Miquel y Costas es la apuesta por los sustitutivos del plástico, para lo que prevé invertir hasta 6 millones anuales a partir de 2021 para buscar materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Respecto al tabaco, la línea de negocio original, la compañía mantendrá su compromiso con las tabacaleras, aunque la voluntad es ir avanzando en la diversificación de productos, segmento en el que se realizará gran parte de la nueva inversión.
En paralelo, la papelera catalana mantiene su producción de papel para libros religiosos y para los productos de farmacia y estéticos.
El presidente del grupo ha afirmado que la voluntad es avanzar en un crecimiento "ordenado" y "gestionado con pocos altos y bajos", aunque ello no impedirá que continúe abierta a nuevas adquisiciones si son interesantes, como ocurrió con la compra efectuada en 2018 de Clariana, líder en papeles en color en España.
En 2018, la compañía incrementó las ventas un 6,7 % hasta los 259,3 millones de euros y obtuvo un beneficio de 37,3 millones, un 0,6 % superior al del año anterior, impulsado por el buen comportamiento de la línea del tabaco y los productos industriales.